Zombie. A yoro, yara, yoro”. Tú que curras desde casa, ¿a que se te hace duro, a que pensabas que esto del teletrabajo era otra cosa?, ¿quizá un chollo?... pues ya ves, vas camino de acabar como un zombie, entre el ordenador que echa humo y tus hijos que piden tu atención.

“Sin descanso, sin sentido”. Entono el Zombie de Fela Kuti y practico su “marcha rápida, marcha lenta, giro a la izquierda y vuelta a la derecha” por los diferentes espacios de mi casa de alquiler, como un soldadito entregado a su sargento, ante el revuelo de máscaras danzarinas que se descuelgan de mi salón de estar, poblado de recuerdos de antiguos viajes a Nigeria, Tanzania y otros países africanos.

¡Mantente calmado!”, ruega el músico nigeriano, que publicó esta hipnótica canción, Zombie, en el álbum homónimo, a mediados de la década de los 70. Quienes no estuvieron en calma fueron los militares al escucharlo. El tema en cuestión es un taque mordaz a los soldados de país y por el que Fela Kuti y los suyos recibieron palos y mucho más: su madre fue lanzada desde una ventana, un asesinato en toda regla. Tras entregar él mismo el ataúd de su madre a los militares, el músico se aferró al arma que nunca le falló: escribió dos canciones más contra los agresores.