El pasado 6 de febrero la regiduría de Cultura del Ayuntamiento de Palma presentó la nueva denominación artística de la Banda Municipal de Música de Palma: la marca SimfoVents Palma,marca SimfoVents Palma surgida con el propósito de proyectar el conjunto creado en 1966 más allá de sus programas habituales de concierto y abrirlo a otros calendarios musicales como Jazz Palma, el Ciclo de Música Antigua o Palma Dansa, además de mantener la política establecida de traer a intérpretes y directores invitados que internacionalizan y suman prestigio a la formación.

Dentro de los actores culturales de la isla, SimfoVents Palma (otrora Banda Municipal) es uno de los conjuntos de mayor prestigio en su ámbito. Su categoría es equiparable a la Banda Sinfónica Municipal de Madrid (BSMM) o la Banda Municipal de Valencia, conjuntos de enorme nivel artístico. No en vano, la formación es un lujo cultural al alcance de cualquier bolsillo a pie de calle, un privilegio cultural del que no somos plenamente conscientes y del que grandes capitales, con mayores medios y presupuesto, no pueden presumir.

La nueva marca, encaminada a dinamizar su imagen, es una iniciativa loable desde el punto de vista artístico para llegar a nuevos públicos, sin abandonar la programación tradicional. Sin embargo, aún quedan ámbitos pendientes de mejorar, más allá de la pericia artística del conjunto y que son competencia exclusiva de las instituciones municipales.

Una de las asignaturas pendientes es disponer de un sitio web moderno, fácilmente localizable y actualizado, que facilite la consulta de las actividades de SimfoVents Palma y sirva para tener un espacio definido en la red „por ejemplo, la Orquestra Simfònica de Balears tiene el suyo propio. Actualmente la información en la web municipal sobre la agrupación es difícil de encontrar y fue actualizada por última vez... en 2015! A priori una web propia no es imprescindible pues conjuntos de importancia similar, como las bandas de Madrid o Valencia antes mencionadas carecen de ella; pero sería recomendable como muestra de la apuesta decidida por potenciar la nueva marca.

De rebote se resolvería otro de los déficits crónicos de SimfoVents Palma hasta la fecha: la presencia de su actividad en los medios de comunicación. Hasta hoy la mención de sus actividades en los medios es escasa, reducida a reproducir notas de prensa previas a sus actuaciones; pero su ausencia es llamativa en cuanto a crónicas a posteriori „y no digamos en el apartado de crítica musical, donde prácticamente está ausente. Hasta hoy los canales oficiales han cumplido medianamente, pero es necesario un empuje añadido para ganarse un lugar en los medios, de acuerdo con la importancia de las actividades de SimfoVents Palma. Un perfil fuerte en la red ayudaría a resolverlo.

Contrasta su desigual presencia en los medios con el seguimiento por el público in situ, el cual es más que aceptable y esperanzador para el futuro. La afluencia de público es masiva en ocasiones, no se limita a amigos y familiares y últimamente es transgeneracional, desmintiendo el tópico de que la música para banda es solo para mayores. En espacios cerrados, como el auditorio del Conservatori Superior de Música, el lleno ha sido total en más de una ocasión y bastante público se quedó fuera „inciso necesario: ¿por qué el Teatre Principal de Palma, principal coliseo público de la isla, no puede acoger regularmente conciertos de SimfoVents Palma?

En redes sociales (Facebook, Twitter) la presencia de SimfoVents Palma es correcta y actualizada; pero sorprendentemente carece de un canal propio en la plataforma Youtube que aglutine las actuaciones que circulan dispersas por la red. Muchas bandas la usan como complemento a su actividad -por ejemplo, la BSMM cuelga grabaciones de su catálogo histórico- y otras, de escasos medios pero de gran antigüedad, difunden gratuitamente sus actividades, como la Primitiva de Llíria (1818) y Pozohondo (1825). Para los usuarios más hábiles la emergente plataforma Spotify también sería un camino similar para hacer acto de presencia y darse a conocer. En fin, estar presente en la red es fundamental.

Más allá de la red, otro factor a tener en cuenta sería la realización de grabaciones discográficas para su comercialización y difusión „si exceptuamos la participación en el CD Plaza Mayor (2004) y el conmemorativo de los 50 años de la agrupación (2016), poco más hay. Desde hace años la venta de CDs está bajo mínimos, pero esto no es pretexto para carecer de grabaciones de referencia disponibles. Siempre habrá un público partidario del soporte físico para el consumo musical por mucho que avancen las nuevas tecnologías y, planteado como algo más que un simple registro sonoro, elaborado y diseñado con esmero, puede ser una producción cultural encomiable. Ello contribuiría a ofrecer un producto cultural institucionalizado, de calidad y accesible, además de contribuir a la manida desestacionalización turística, contribuyendo a promocionar uno de nuestros bienes culturales más cualificados.

En suma, la presentación de SimfoVents Palma es prometedora y parece ir más allá de una marca y un logo; pero necesita atender y desplegar aspectos que van más allá de la vertiente exclusivamente artística. Musicalmente estamos en buenas manos; ahora hay que darle una necesaria amplificación, moderna, ágil y adecuada a los tiempos que corren. Hace tiempo que la agrupación se renovó artísticamente y dejó de interpretar un repertorio fundamentado en zarzuela y pasodoble: es un conjunto por y para el siglo XXI, versátil, polivalente y artísticamente extraordinario; pero cuya proyección y nexo con la sociedad aún mantiene estructuras propias del siglo pasado, pendientes de resolver por sus responsables. Sirva este escrito como contribución para reseñar algunos y que el proyecto alcance el impacto que le corresponde.

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