El gesto cotidiano de vestirse no resulta igual de sencillo para todas las personas y no todo el mundo tiene las mismas oportunidades a la hora de elegir qué ponerse. De la necesidad de acabar con estas desigualdades surgió el proyecto de moda inclusiva que han llevado a cabo dos grupos de alumnas de la Escola d'Art i Superior de Disseny guiadas por su profesora Mar Vilalta. Mari Carmen Madrid sabe lo que es no encontrar ropa de su talla: "Mido 1,18 metros, tengo acondroplasia, lesión medular y soy obesa". Sin embargo, todo esto no quita que le guste arreglarse: "Puedes tener una discapacidad y ser presumida, querer verte guapa y sentirte bien". Mari Carmen se ofreció voluntaria para servir de modelo a uno de los grupos de alumnas. "La ropa infantil no me cabe, mis proporciones no son las de un niño, tengo que comprarme ropa grande y llevarla a arreglar con un coste adicional". Dice Mari Carmen. "Lo que peor que llevo es que no sé cómo me va a quedar", concluye. Para Andrea Molla este ha sido un proyecto clave para su formación como diseñadora. También se ha visto reforzada su concienciación sobre la importancia de la inclusión. Andrea es una de las alumnas que ha pensado en soluciones de diseño para Mari Carmen, aunque la idea es que "la colección pueda ajustarse a diferentes cuerpos".
Las demandas específicas de Maria Carmen han sido largos adaptados, piezas que permitan la facilidad de movimientos, con tejidos elásticos y eliminación de cremalleras y botonaduras. A partir de ahí las estudiantes han creado una colección que busca "la simplicidad, con un toque urbano en la que encuentras diseños elegantes y también informales". Laia Sastre, compañera de Andrea en este proyecto, cree que para que las colecciones sean inclusivas hace falta "tener en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad en el proceso de creación". Sin embargo, Andrea piensa que falta mucho para que la industria de la moda sea inclusiva: "Es bonito enviar un mensaje positivo, pero creo que queda mucho por hacer".
Pantalones con cinturilla alta y más largos de lo habitual, mangas que no sean anchas, aberturas para facilitar la puesta de la ropa. Éstas son algunas de las demandas de las personas con movilidad reducida que Marta Durán junto con sus compañeras de proyecto han recogido para diseñar una colección que incluye piezas con diferentes adaptaciones: "Hemos confeccionado una sudadera con apariencia de vestido con abertura en una de las piernas, un conjunto que parece un mono y pantalones con diferentes sistemas de abertura", explica Durán. Fabiola Mora, una de las modelos que participado en su proyecto, lamenta que su colectivo esté "bastante olvidado en cuestión de moda". Recuerda que el hecho de ir sentado "no quiere decir que no te preocupes por tu físico". Leggins, vestidos cómodos y tejidos que permitan amplitud de movimientos, son las prendas que prefiere. Aplaude la iniciativa de la Escola d'Art i Superior de Disseny y demanda "más proyectos como éste y más modelos con discapacidades, para que se tenga en cuenta a todo tipo de personas, no solo los cánones de belleza establecidos", reflexiona.
