Recurro a Dylan por tres motivos, aunque podría estar todo el día defendiendo al Nobel de las seis cuerdas.

El primero: tal día como hoy de 1962, un joven cantautor llamado Bob Dylan lanzaba su álbum de debut en Estados Unidos. Las ventas fueron bajas, las críticas no precisamente entusiastas y el disco incluía solo dos composiciones originales. El resto eran versiones de clásicos del folk.

Segundo motivo: 58 años después, Bob Dylan sigue en la carretera, con su gira interminable, que arrancó en 1988, y que suma más de 3.000 recitales desde entonces, casi sin descanso. Y ni el coronavirus le va a parar. Mientras la mayoría de estrellas, desde Madonna a Pear Jam, pasando por Green Day, han suspendido sus conciertos, Dylan no frena: acaba de anunciar una gira en plena alerta por el COVID-19.

Y el tercer motivo nos lleva hasta una de sus canciones, One more cup of coffee. Una taza de café más, una frase que no dejo de repetir cada día desde que arrancó esta semana. One More Cup of Coffe (Valley Bellow) es un bello homenaje a una mujer con ojos como "dos joyas en el cielo" y a un padre tan protector como "fuera de la ley". Cuenta la historia de una chica cuya familia son gitanos y vagabundos. La canción salió publicada en 1976 en el el disco Desire, el sucesor de Blood on the Tracks. Brillante es el dueto entre Dylan y Emmylou Harris así como el violín de Scarlet Rivera.