Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Patrimonio

El deterioro del museu Can Planes de sa Pobla requiere un millón de euros

Así lo explica el edil de Cultura del municipio, Antoni Simó Tomàs, que no tiene liquidez y solo ha recibido una ayuda del Govern

El concejal de Cultura, Antoni Simó, muestra una de las partes del espacio más afectadas por las goteras y la humedad. guillem bosch

El deterioro del museo Can Planes de Can Planessa Pobla es más que evidente y lo padecen, sobre todo, los alumnos de los diferentes talleres que acoge el espacio. La zona especialmente afectada por el mal estado del edificio, que requiere desde hace años una reforma integral para resolver los problemas estructurales, es la de los estudios. Allí cada semana se reúnen los asistentes a las clases de cerámica y restauración de muebles, que ven peligrar sus obras cada vez que llueve y se inunda el lugar. La estructura que aguanta esta parte del edificio, hecha de hierro, madera y cristal, se ha movido con el paso del tiempo y tiene grietas, algo que también requiere una revisión inmediata. Además, por su altura y disposición, los cristales son muy difíciles de limpiar.

El concejal de Cultura del consistorio pobler, Antoni Simó Tomàs, explica algunos de los trabajos imprescindibles que necesita Can Planes: reforzar las vigas que aguantan la parte superior, cambiar las tuberías, arreglar las paredes y revisar el tejado para evitar las goteras y los problemas de humedad.

Por si fuera poco, el museo no cuenta con las medidas de protección y seguridad necesarias, como una salida de emergencia, y el sistema de climatización no funciona, algo que limita la entrada y salida de obras de arte, ya que "no podemos garantizar su mejor conservación". Todos estos problemas, recogidos en un informe técnico que el edil presentó durante la pasada legislatura, tendrían un coste de un millón de euros, algo totalmente inasumible por el área de Cultura del Ayuntamiento de sa Pobla. Arreglar la parte de los estudios, que es la más afectada por el mal estado del edificio, tendría un coste de unos 130.000 según los cálculos de Tomàs. "Poco a poco vamos arreglando lo más urgente, pero no es suficiente porque en poco tiempo vuelve a estar mal", apunta, y señala que no cree que pueda hacerse una reforma más exhaustiva hasta la siguiente legislatura.

El año pasado, la conselleria de Turisme del Govern aportó a la cartera de Tomàs una ayuda en referencia a las estadas turísticas. "Con este dinero queremos arreglar el edificio originario y protegido por su interés patrimonial. Así podremos arrancar el proyecto de museo de Sant Antoni, un proyecto que sacará a concurso, si todo va bien, al final de la legislatura.

Otro inconveniente del espacio, también derivado de la falta de liquidez, es la falta de personal. Actualmente solo una persona, Martín Scala, junto a Antoni Simó, se encarga de la programación y el funcionamiento de Can Planes, que "tiene más vida que nunca", manifiesta el edil. A las exposiciones temporales y los talleres de restauración de muebles y cerámica, se suman clases de yoga, de pintura y danza del vientre; todas las presentaciones de libros del Ayuntamiento se organizan en el espacio, y también es uno de los puntos claves en celebraciones artísticas como Art i Copes y La nit de l'art, acogiendo pequeñas obras de teatro o conciertos. El último deseo de Tomàs y Scala es que los poblers y pobleres puedan disfrutar de Can Planes con seguridad.

La falta de espacio para una buena conservación y preservación del fondo del museo también es una cuestión pendiente. "Lo hemos arreglado un poco, pero hay unas 300 obras y el espacio es muy pequeño. Cuando llegamos [en la pasada legislatura] nos encontramos con las obras amontonadas sin ningún tipo de protección", explican Tomàs y Scala, aun sorprendidos por lo que vieron entonces.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • El Museu de Sant Antoni se traslada al edificio de Can Planes

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO

Compartir el artículo

stats