El departamento de Cultura del Ayuntamiento de Palma restaurará a lo largo de este año el cuadro de Baldomero Espartero, que décadas atrás se mostraba en la galería de Hijos Ilustres de la ciudad. La pintura fue localizada en el departamento de restauración del archivo municipal por Catalina Cantarellas, catedrática de historia del arte, mientras trabajaba en la elaboración de un estudio sobre el pintor Gabriel Reinés a raíz de la exposición inaugurada en octubre de 2019 en Alaró. El anterior responsable del archivo lo había rescatado de un desván.

Las autoridades municipales mostraron desde el primer momento su interés por recuperar esta obra, que sufría importantes desperfectos causados por décadas de abandono. El arrinconamiento responde a los avatares políticos que han sufrido Palma y el conjunto del país durante los últimos 170 años. Espartero era un líder para los sectores más liberales y progresistas de la política municipal. Por contra, era detestado por los grupos conservadores.

La tela está pintada al óleo y tiene unas dimensiones de 103x78,5 centímetros. Fue ejecutado a partir de una litografía de 1842 del artista Juan Antonio López. Viste uniforme de gala del que cuelgan numerosas condecoraciones.

Baldomero Espartero (1793-1879) fue el más popular de los militares españoles del siglo XIX. Militó desde su juventud en la causa liberal, pese a su ideología mostró una gran dureza con sus propios hombres y excesos que derramaron mucha sangre. Se le atribuye la frase "para resolver el problema catalán habría que bombardear Barcelona cada 50 años", pronunciada después de masacrar la Ciudad Condal en diciembre de 1842. Fue ministro y presidente del gobierno, regente, estuvo exiliado en Londres y rechazó la Corona de España, que le ofreció Juan Prim. En 1856 abandonó la vida pública y pasó los últimos 23 años de su existencia en Logroño.

El pintor Gabriel Reinés, autor del cuadro de Espartero.

Fue el más destacado líder del liberalismo español, lo que le granjeó la animadversión de los conservadores e incluso del franquismo, que retiró su nombre de algunas calles. Los cambios de mayorías políticas, incluso de regímenes (tres períodos monárquicos, dos repúblicas, dos dictaduras), han determinado los vaivenes a que se ha visto sometida la pintura propiedad del ayuntamiento palmesano.

Cantarellas explica parte de los avatares del cuadro en el libro Gabriel Reinés Pocoví, un pintor velat, publicado por el Ajuntament d'Alaró y la Associació Al Rum con motivo de la exposición dedicada al artista alaroner entre octubre y diciembre del año pasado. "La colocación del retrato de Baldomero Espartero en el salón de sesiones del Ayuntamiento de Palma tuvo lugar en octubre de 1847. Entonces el general se encontraba en el exilio, en Londres, donde permaneció entre el verano de 1843 y el invierno de 1848, circunstancia que no implicó su olvido".

El de Reinés es el segundo cuadro de Espartero encargado por Palma. El primero, de 1843, cuando aún era regente, desapareció. "En 1847, los progresistas que integraban el ayuntamiento moderado, aprovecharon que la reina Isabel II lo había designado senador, y consiguieron que se le honrase con un nuevo retrato". Gabriel Reinés recibió el encargo y lo ejecutó von rapidez. Era un artista próximo a los círculos liberales progresistas, como demuestra el hecho de que también fuese contratado para pintar el retrato de otro referente del liberalismo: el agermanat Joan Odón Colom.

Espartero continuaba en el salón de sesiones en 1882, según La ciudad de Palma del Archiduque Luis Salvador. Queda por determinar en qué momento fue descolgado del salón de sesiones y olvidado en un desván -ni siquiera figuraba en el inventario de obras de arte del Ayuntamiento de Palma- hasta que se produjo el hallazgo de Catalina Cantarellas.

El retrato es obra del pintor alaroner Gabriel Reinés nacido en 1805 y fallecido en 1885. Su obra es vasta aunque poco conocida. Cultivo la pintura religiosa, el retrato oficial y privado, el paisaje y la pintura costumbrista, probablemente la que le otorgó más fama durante sus años de actividad.

Reinés nació circunstancialmente en Orient porque su padre trabajaba como arriero. A los 17 años se trasladó a vivir a Palma y trabajó en la droguería de Pau Morey, quien al descubrir su habilidad para el arte, se convirtió en su mentor. Estudió en el taller de Guillem Ferrer y en la Academia de Bellas Artes.

Tuvo taller propio cerca de la plaza de Cort. Su obra, que hasta la publicación de Cantarellas había sido muy poco estudiada, se encuentra en numerosas colecciones particulares e institucionales y museos como el de Lluc o el de Mallorca.

Fue el introductor de la litografía en Mallorca, lo que le valió un premio de la Sociedad Mallorquina de Amigos del País, y contó con un laboratorio de fotografía. Hasta el momento no se ha localizado obra suya realizada en estas dos últimas técnicas.