Las investigadoras Rosa Mascaró y Aina Noguera entregaron ayer al Consell toda la documentación del proyecto Pa i Pecat, impulsado por la institución, con el fin de recuperar la memoria oral de las mujeres que vivieron en la Misericòrdia cuando este edificio era un centro de beneficiencia que acogía a niños y gente mayor de la isla en situación de vulnerabilidad.

En concreto, explican a este diario, han depositado en el Arxiu del So i de la Imatge nueve entrevistas con sus respectivas transcripciones.

Las investigadoras y algunos de estos testimonios se reunieron ayer en el ahora edificio cultural del Consell con la directora insular de Patrimono Kika Coll y la vicepresidenta insular Bel Busquets.

"En estas nueve entrevistas hay perfiles diferentes: desde mujeres que pasaron la infancia aquí, pasando por una vecina de la Misericòrdia, así como entrevistas a las segundas generaciones, que nos han relatado cómo les afectó que sus madres estuvieran viviendo aquí", explican Mascaró y Noguera, que aseguran que en estos momentos están estudiando qué tipo de difusión podrían darle al proyecto.

Las entrevistadas que vivieron en primera persona en el centro de beneficiencia estuvieron hasta que éste cerró, en 1975. "Luego fueron acogidas en la Llar de la Joventud", indican. "Nos han relatado básicamente cómo era su día a día: iban a una escuela muy elemental, luego a misa y a rezar. Prácticamente no salían del edificio", narran las investigadoras. "Las que tenían familia, podían salir con ella los domingos o durante el verano. Uno de sus grandes miedos era ser castigadas con no poder salir durante la jornada dominical", explican. Otra de las constantes narradas era el frío y el hambre que pasaron, así como la férrea disciplina religiosa a la que estuvieron sometidas.