La construcción más emblemática del legado del Arxiduc, la Capilla de Ramon Llull, que se levanta sobre un peñasco en Miramar (Valldemossa), está llena de pintadas en su interior que evidencian la degradación y el abandono del patrimonio de Lluís Salvador en la isla. Además, la capilla fue semidestruida por un rayo en 1975 y aún no ha sido restaurada ni intervenida.