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Entrevista

Domingo Villar: "No me atrae el mal ni sus razones y prefiero, honestamente, no ahondar en ello"

"Galicia como Mallorca es un lugar idóneo para ambientar una novela negra, hay una orografía compleja y gente tendente a la desconfianza"

El escritor gallego Domingo Villar estará mañana en Palma para presentar su último libro. MAO

Domingo Villar (Vigo, 1971) participa mañana en el Festival Febrer Negre para presentar El último barco (Siruela, 2019), la tercera entrega de la serie protagonizada por el inspector Leo Caldas. La librería Quars de Palma acogerá a las 19:00 horas el acto que será presentado por el escritor Sebastià Bennàssar.

P ¿Qué ha pasado en los diez años que median entre sus dos últimas novelas?

R Pasan varias cosas. Primero, que uno sabe cuando comienza un libro pero no sabe exactamente cuando lo va a terminar. Mi compromiso no es hacer un libro en un plazo determinado sino un libro del que esté satisfecho. En 2013 tenía un manuscrito de unas 500 páginas que no me convencía, me daba la sensación de que le faltaba emoción. Coincidió además con que murió mi padre y yo me quedé en una situación emocional distinta. Lo que en principio iba a ser una corrección acabó siendo desechar el manuscrito, aprovechando algunos pasajes, y volver a contar la historia desde otro lugar y eso me llevó otros cuatro años y por eso me he demorado, pero yo estoy contento. Para mí ha valido la pena.

P ¿Sus historias podrían funcionar fuera de Galicia?.

R Creo que cualquier lugar es válido para contar una historia, pero Galicia para mí tiene varias particularidades. Es el lugar donde nací y crecí aunque vivo en Madrid desde hace muchos años y escribiendo acerca de mi tierra puedo estar de vuelta. De alguna forma la literatura es un poco balsámica porque me permite combatir la nostalgia. Por otro lado, Galicia como Balears es un lugar idóneo para ambientar una novela negra. Son lugares en los que, en pocos kilómetros, la vida urbana se junta con la rural, las playas de arenas blancas y aguas tranquilas pueden volverse turbulentas en cualquier momento. Hay una orografía compleja y gente tendente a la desconfianza, hay grandes puertos por los que pueden entrar personas y mercancías. En fin, son lugares que funcionan muy bien en una novela negra.

P ¿La narración de un crimen, es una excusa para hablar de otra cosa?

R No es tanto una excusa porque yo no renuncio al juego intelectual que supone el plantear un crimen con una solución incierta, pero es verdad que se puede escribir novela negra y tener cierta ambición literaria y tratar de hacer libros que miren hacia adentro y que traten de emocionar al lector que el final es de lo que se trata, de remover algo por dentro. Afortunadamente, hace algunos años que los escritores de novela negra ya no estamos en la mazmorra del inframundo literario en la que nos tenían confinados.

P ¿Qué hay de atractivo para lectores y escritores en estas narraciones?

R Creo que la novela negra te ofrece la promesa de que el caos que sucede a un crimen va a terminar ordenándose al final del libro. Hay heridas que se abren y no se van a poder cerrar, pero señalando un culpable y unas razones sí que vas a permitir llevar un poco de paz a las personas que se vieron afectadas por ese hecho policial. Supongo que además sienten algo de empatía por los protagonistas de la historia, yo creo que lo que une más a un lector de una serie policial con los libros es conocer la vida de los personajes más que las investigaciones concretas.

P ¿Hay alguna temática que sea reacio a abordar?

R Mis novelas no son especialmente truculentas, no me regodeo en los crímenes no me interesa demasiado la maldad, no hay mucha sangre ni muchas vísceras. El que busque muchas persecuciones, tiros y mucha violencia me temo que no los va a encontrar en mis libros. No me atrae mucho el mal y sus razones y prefiero, honestamente, no ahondar en ello.

P Pero si escribe novela negra, algo se tiene que acercar al mal.

R Sí, pero sin recrearme, con cierta distancia, con cierta asepsia. Prefiero contar cómo es la intimidad de los personajes y como son las cosas pequeñas de las que componen sus vidas, sus afectos, comprender la naturaleza de las personas a través de las palabras y de los hechos, prefiero eso a las novelas demasiado truculentas. Además, creo que no sabría hacerlas.

P En su última obra reivindica poder tomarse tiempo para hacer las cosas.

R El último barco es un homenaje a los que enseñan y a los que hacen las cosas despacio. La literatura se lleva muy mal con la prisa y es verdad que vivimos un mundo en que todo parece hervir en aguas demasiado revueltas, sin embargo hay espacio para otra vida y para la calma y eso es lo que yo reivindico. La lectura se ha convertido en una heroicidad porque exige concentración y sosiego, necesita la paciencia y el silencio que permita imaginar cómo es la historia que uno está componiendo a medias con el escritor y a ellos, de alguna forma, también está dedicado este libro.

La obra

Los alumnos del IES Son Pacs tendrán la oportunidad de charlar mañana a las 12 horas con Domingo Villar en un coloquio que se centrará sobre todo en su primera novela, Ojos de agua. El autor de El último barco visitará el centro educativo dentro del programa del Festival Febrer Negre. Los jóvenes lectores han preparado una serie de preguntas para saber más acerca de los personajes creados por Villar, el inspector Leo Caldas y su ayudante Rafael Estévez. Además, los estudiantes han organizado diversas actividades en torno a la obra del escritor gallego que incluyen la realización de varios trabajos audiovisuales.

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