Dos de las piezas más simbólicas y antiguas de Cort aguardan una intervención en el taller de restauración Xicaranda para recuperar el fulgor perdido. En el local de la empresa palmesana, donde trabajan especialistas en restauración y conservación de bienes muebles y obras de arte, se custodian uno de los tres escudos de la fachada monumental del Ayuntamiento de Palma y el arca de insaculaciones, dos piezas del siglo XVII (datadas en torno a 1650) muy emblemáticas y simbólicas para la institución.
El escudo en cuestión es el que está ubicado sobre la puerta de la derecha del edificio de Cort, es decir, la adyacente a Palau Reial. "Es de piedra de Santanyí, explica a DIARIO de MALLORCA el gerente del taller Alfredo Claret. [Vea aquí las imágenes de la restauración].
Uno de los inconvenientes a la hora de manipular la pieza es su elevado peso. Son casi 500 kilos que hay que mover dentro del taller. Para hacerlo, el equipo debe utilizar poleas especializadas.
El escudo porta las armas de la ciudad y está sostenido por dos sirenas que sujetan con la otra mano una corona. Completan la decoración unos roleos y ramos de frutas. En la parte superior, se contempla una cabeza alada de querubín y, en la inferior, el rostro de un sátiro.
El arca de insaculaciones de la antigua Universitat i Regne de Mallorca es una de las obras más curiosas custodiadas en Cort: preside la antesala del salón de sesiones. "Más que un mueble es una talla por la complejidad de la composición de sus elementos. Es similar a las esculturas que forman parte de un retablo por lo minucioso de los acabados", señalan Claret y la restauradora Isabel de Rojas.
El mueble consta de dos cuerpos: el superior o arca propiamente dicha, con el frente ocupado por una tapa abatible con cuatro cerraduras. Las majestuosas llaves que las abren también están en Xicaranda. En el centro de la tapa, está esculpido en relieve el escudo de la Universitat i Regne de Mallorca, dorado y policromado. A ambos lados, dos máscaras monstruosas sostienen con los dientes sendas guirnaldas que cuelgan del escudo central y de las figuras aladas situadas en los chaflanes de la caja.
Ambas piezas, escudo y arca, están en bastante buen estado de conservación, son contemporáneas y probablemente del mismo autor, explican los especialistas. El equipo de restauración, con De Rojas como directora, está formado por otros dos técnicos: Miquel Àngel Moncadas y Clara Mateu.
En estos momentos, el trabajo en el taller con las piezas de Cort está en la fase de estudios previos. En ella colaboran varios profesionales. "Es un equipo multidisciplinar. Empieza desde quienes se ocupan del embalaje y su transporte hasta aquí", señala Claret. Una de las tareas que ya se han realizado es la toma de documentación gráfica para realizar unas ortofotografías (con láser) con las que elaborar unos mapas de daños y del estado de conservación. A continuación, se realizará un estudio histórico a cargo de las doctoras en Historia del Arte Catalina Cantarellas y Concepción Bauzá de Mirabó, que son quienes investigarán el origen, la autoría y los rasgos estilísticos de la pieza. "A partir de su estudio, asesorarán en los criterios de la intervención", precisa Claret. En cuanto a la autoría, el gerente del taller comenta que se va a intentar hacer una atribución a Joan Antoni Oms. "Es algo que se supone por el estilo que presenta el arca, pero no está confirmado".
Luego se tomarán una serie de muestras de pigmentos de la madera que irán a un laboratorio especializado para las estratigrafías, con el fin de comprobar si ha habido repolicromías a lo largo de la historia y poder determinar la antigüedad de los pigmentos empleados. Una vez se obtengan los resultados, se realizarán unas pruebas de limpieza mediante disolventes y geles limpiadores para determinar cuáles son las actuaciones más correctas, eficaces y menos agresivas. "A primera vista", señala De Rojas, "el mueble tiene una cubierta de protección histórica que se oxida y lo ennegrece".
A salvo de un incendio
Frente al arca de insaculaciones, Claret muestra en uno de los laterales, en la parte superior, "una capa algo ennegrecida, posiblemente a causa de un incendio que se declaró en el edificio de Cort en el siglo XIX". "Este mueble lo pudieron sacar pero seguramente se vio afectado y posteriormente fue restaurado a fondo. Es nuestra percepción visual, que debe ser confirmada con diversas analíticas", explica.
El arca es una pieza única, concluyen Claret y De Rojas. "No hay otra como ésta ni de su importancia. Es reseñable tanto por la riqueza de su talla como por su utilidad, muy concreta en el gobierno de la Ciutat y el Regne de Mallorca", reseñan. "De hecho, es de las pocas muestras que hay de mobiliario civil de la época. La mayoría de muebles son patrimonio eclesiástico", apunta.
Esta pieza guardaba en su interior otra caja cerrada con triple llave que contenía los sacos con los nombres de los candidatos de cada estamento hábiles para desempeñar un oficio o cargo determinado en el gobierno de la Ciutat y el Regne de Mallorca. Retirado el precinto de estos sacos, la mano de un niño menor de edad extraía las bolas lacradas con cera en cuyo interior estaban las cédulas con los nombres de los destinados a ocupar dichos puestos en el poder ejecutivo.
Xicaranda es la empresa de restauración que ganó los dos contratos menores para restaurar estas dos obras patrimoniales: el arca salió a concurso en el negociado de Cultura y el escudo, en Infraestructuras.
Las llaves del arca
Explica el cronista de la ciudad, Bartomeu Bestard, que cada una de las cuatro llaves del arca de insaculaciones estaba en manos de un representante de cada uno de los estamentos sociales para evitar “tongos” en los cargos del gobierno ejecutivo. Los estamentos eran: ciudadanos militares, mercaderes, artesanos y representantes de la part forana.
