Habla seis idiomas y puede leer ocho. Es editora, así que no sorprende que diga que colecciona versiones de El Quijote o El rey Lear. Ganó el Premio Prudenci Bertrana (2013) en lengua catalana con Faré tot el que tu vulguis. Es Iolanda Batallé, que ha sido periodista, profesora (de filología catalana e inglesa) y desde septiembre de 2018 es la directora del Institut Ramon Llull -la institución que une a Balears y Cataluña en la difusión de la cultura y lengua catalanas-, la primera mujer en ocupar este cargo. Ayer llegó a la isla para reunirse con el director del Institut d'Estudis Baleàrics, Mateu Malondra; hoy hará lo propio con el conseller de Educación, Martí March; y mañana ha quedado con Pilar Costa, consellera de Cultura. "Son muchos los proyectos que tenemos en marcha con Balears", apunta.

Para cumplir con todas las ideas que hay sobre la mesa, Batallé, que lleva veinte años dirigiendo equipos, se ha rodeado de un grupo de personas transversal e intergeneracional: "En las instituciones suele acumularse gente de edad avanzada, pero el Llull tiene como misión difundir la literatura, lengua y cultura de Cataluña, Balears, Valencia y Andorra, al mundo, una cultura que es plural y que no la podemos representar solo personas que tenemos más de 40 o 50 años", apunta la directora, que se define "disciplinada y trabajadora" y señala que no cree en "una dirección a través del miedo o la imposición ni en un liderazgo dictatorial".

"Podría hablar durante horas", dice después de mencionar algunos proyectos de la institución centrados en Balears. Entre los que destaca, están la visita del escritor Melcior Comas al festival Corrientes Escritas, "la feria literaria más importante de Portugal, y él no está traducido al portugués, hay que conseguir que los editores se entusiasmen"; el viaje del escritor Sebastià Portell a la Feria del Libro de Buenos Aires; o la participación de Antònia Vicens en el Marché de la Poésie de París. También apunta que estos dos años apostarán por la traducción de obras de dramaturgos isleños, puesto que no están en lenguas como el inglés o el francés: "Nos encontrábamos con que los responsables de las programaciones no podían contar con estas obras porque no podían leerlas", explica.

Aunque todas estas propuestas funcionen, "promover la cultura y literatura catalana no pasa solo por enviar personas de aquí a países extranjeros, también el mundo tiene que venir aquí", apunta, y se sincera: "Creo firmemente que nos enamoramos de una lengua y de una cultura a través de las personas que nos ayudan a conocerla. Que personas de China, Francia, Italia vengan a Palma, Maó, Ciutadella o sa Pobla, e investiguen algo, lo que sea, y pasen aquí diez días haciendo una residencia, significa que al marcharse ya están exportando el paisaje, las personas, los intercambios que han hecho, la cultura". Y manifiesta, también, que lo que pide a su equipo es que piensen en proyectos que no sean puntuales, que tengan continuidad y sean pensados para perdurar a largo plazo: "Hay que sembrar, crear vínculos, e intentar ver qué puede pasar en cada disciplina. Yo cada día me pregunto quién es el Blai Bonet de nuestro tiempo, o la Mercè Rodoreda, el Pau Casals o el Joan Miró. Parte de nuestro trabajo también es marcar estos campos", considera.

En cuanto a los vínculos, una particularidad del Llull, concreta su directora, es que "además de mostrar la cultura, lengua y literatura catalanas al mundo, también lo hacemos entre los territorios de habla catalana", algo que ayuda a unir y reforzar el paisaje común, porque si algo tiene claro Batallé es que "la diversidad suma".

"No sería honesto decir que la situación política de Cataluña no ha afectado al funcionamiento del Llull, pero hay que decir que también ha provocado un aumento del interés por el país", comunica la directora de la Institución, que anuncia que pronto se conocerán los frutos de un convenio en el que se ha ido trabajando entre el Instituto Cervantes, instituciones gallegas y el Instituto Vasco Etxepare para colaborar en la difusión y divulgación de las lenguas del Estado. Y, más allá de eso, favorecer las relaciones y vínculos interpersonales entre los protagonistas (escritores, arquitectos, traductores, cocineros...) para que se hagan fuertes.

Batalla personal

Una de las batallas personales de Batallé es la falta de referentes de mujeres en los libros de texto. "Crecemos engañados, aunque quizás las nuevas generaciones ya no tanto, porque no sabemos quienes son las mujeres científicas, o compositoras, o artistas, pero si empiezas a buscar te das cuenta de que existen. En Cataluña ha habido 131 presidentes, todos hombres. Es una barbaridad. Disfruto de venir aquí y reunirme con la presidenta Francina Armengol, porque es un orgullo que haya una presidenta". El ejemplo de Batallé es uno de los que crean escuela.

Proyectos

Sebastià Portell

Viajará a la Feria del Libro de Buenos Aires a finales de abril.

Antònia Vicens

Participará al Marché de la Poésie de París, que se celebrará el mes de junio.

Melcior Comes

Asistirá a la feria literaria más importante de Portugal, e intentarán traducirlo al portugués.

Antoni Lliteres

El festival de música antigua de los Pirineos quiere acoger una producción musical balear y dedicar una producción al compositor Antoni Lliteres.