Sergio Dalma regresa al Auditorium de Palma (mañana y el viernes, 14 de febrero) con uno de sus directos más emocionantes y nostálgicos, ya que es el concierto de celebración de sus 30 años de trayectoria musical. Bailar pegados, Galilea, Yo no te pido la luna o El mundo sonarán en la inconfundible voz del cantante catalán, uno de los intérpretes más reconocidos del país.
P Va a hacer dos conciertos en el Auditorium, y las entradas se están agotando. Esto no es algo que pueda hacer todo el mundo. ¿Cómo le hace sentir eso?
R Aun quedan algunas, pero sí, muy contento. Pero eso crea mucha responsabilidad. Tienes que responder a ese interés de la gente.
P Celebra 30 años en el escenario. ¿Cómo será esta fiesta?
R El espectáculo parece que está gustando. Creo que los fans de toda la vida lo disfrutarán mucho. Hacemos un repaso más grande que nunca de mi trayectoria, es más largo y creo que emocionalmente es muy nostálgico, hemos recuperado muchas canciones de la primera etapa, algunas que no había ni cantado? Para los seguidores esto siempre es una buena sorpresa.
P ¿Cómo ha sido viajar en el tiempo y reencontrarse con sus éxitos?
R Cuando estaba preparando este concierto me puse todos mis discos, algo que no hago nunca. Escuché todas y cada una de las canciones, de algunas de ellas ni me acordaba. Me dio mucho buen rollo, me emocionó porque me hacían viajar a los inicios de mi carrera. Pensé que si yo me emocionaba, podría transmitir esa emoción a la gente. De allí surgió todo.
P ¿Ha habido algún momento en que quisiera dejarlo todo y abandonar?
R Abandonar no, pero sí que me he decepcionado o quedado descontento con ciertas personas de la industria, pero soy un luchador y creo mucho en lo que hago. A veces no he tenido el apoyo ni la ayuda de un equipo como a mí me gustaría. Afortunadamente hace unos años que tengo un equipo que me escucha y con el que trabajo muy a gusto. Ha habido momentos de desengaño.
P ¿Cómo ha afectado a su forma de trabajar el cambio en la industria: las plataformas digitales, el declive de las ventas de discos en formato físico...?
R Afecta porque se ha perdido el ritual o esa tradición que implicaba comprar un disco y escuchar de la primera a la última canción. Ahora la sociedad ha cambiado, lo queremos todo de inmediato y los que compramos discos lo hacemos online o directamente a través de alguna plataforma digital. Al final, considero que tienes que adaptarte a lo que pide la sociedad. Y una cosa que sí que sucede es que se están haciendo más conciertos que nunca y se está consumiendo más música que nunca.
P ¿Se ha imaginado teniendo otra vida?
R Claro que a veces pienso qué hubiera pasado si no hubiera tenido esa vocación musical. Es difícil imaginarlo, porque desde muy pequeño me gustaba subir a un escenario, si no cantando, haciendo el burro. Siempre me ha llamado mucha la atención el mundo de la actuación, pero me entregué de una forma total a la música. Yo empecé la carrera de filología románica, que nunca he terminado, y es algo que me da rabia. El mundo del vino siempre me ha gustado mucho? Creo que hoy en día se ha perdido la vocación, y yo la tenía muy clara.
P El amor es el tema por excelencia de sus canciones. Dicen que es lo que mueve el mundo, pero hoy en día cuesta creerlo.
R Yo quiero continuar creyéndolo. Ha cambiado mucho la forma de consumir y escuchar música, pero nos seguimos enamorando. Quizás no escribimos cartas, como en la canción de Galilea, pero la gente se escribe por Tinder y sigue enamorándose y emocionándose con una persona al lado. Si no es el motor, es uno de los motores importantes.
P ¿Usted de qué se enamora?
R Yo soy muy enamoradizo, constantemente me enamoro de situaciones, personas, cosas. Y me gusta ser así, soy de sangre caliente, soy efusivo y muy cariñoso.
P ¿Hay algo que le dé miedo?
R Sí, la muerte. Es algo que siempre me ha afectado mucho pensar. Pero bueno, ya lo trataré.
P ¿De qué se arrepiente?
R A la edad que tengo ya no hay que arrepentirse de nada, si una cosa está hecha no se puede arreglar. Conviene más pasar página y afrontar lo que venga con decisión y calma.
P Su trabajo implica cierta exposición pública? ¿Preferiría ser una persona anónima?
R Totalmente. Es lo que llevo peor de este trabajo. Soy de los que cuando bajan del escenario quieren pasar desapercibidos, no me gusta verme en publicaciones o que la gente hable de mí. O el hecho de que te reconozcan? Soy bastante tímido en ese aspecto. Pero ya se sabe que cuando uno escoge este trabajo se está exponiendo, y hay que llevarlo de la mejor manera posible.
P ¿Qué le parece el paisaje musical del país?
R La sociedad vive marcada por el entorno de las redes sociales, todo resulta mucho más efímero. Me planteo cómo será la situación dentro de 30 años de un artista que hoy está triunfando. Todo cambia mucho y va muy rápido. Pienso que hay una nueva generación de músicos muy talentosa, preparada y se la tiene que escuchar. Las canciones nuevas de mi último disco se han hecho con un equipo de trabaja en el que hay mucha gente joven y, sinceramente, he quedado muy sorprendido. Me parece algo esperanzador.
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