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Marina Ribot: "La escucha debe estar en el centro del proceso artístico"

Nacida en Calvià y residente en Barcelona desde hace cinco años, es una de las integrantes de Pli-é Collective, grupo de investigación artística y curatorial que ha conseguido la beca de mediación de la Sala Art Jove de Barcelona

Marina Ribot (Calvià, 1996), comisaria y artista, iniciará una residencia de investigación artística en el MACBA a final de mes. marina ribot

Repensar los marcos museísticos tradicionales, experimentar con modelos y metodologías curatoriales fuera de lo común, cuestionar que la obra de arte sea solo un resultado y poner en valor el proceso (el ensayo, la investigación, el error), así como ensalzar la importancia de la escucha y la cura durante los procesos de producción artística y estudiar cómo romper con el hermetismo en el mundo del arte son algunas de las líneas de investigación de Marina Ribot (Calvià, 1996), graduada en Bellas Artes y estudiante de Historia del Arte. Es una de las tres integrantes del grupo de trabajo Pli-é Collective, que completan Eva Paià y Angelica Tognetti, con el que han conseguido la beca del programa de mediación de la Sala d'Art Jove 2020 de Barcelona. El colectivo se dedica a la curadoría y la investigación sobre los espacios expositivos con el objetivo de romper con patrones de conducta que propician las particiones espaciales "rígidas, blancas, neutras que, al final, acogen un tipo de arte muy hegemónico, y por ende un tipo de pensamiento también hegemónico", apunta la calvianera, que reside en Barcelona desde los 18 años. La residencia de un año en la Sala Art Jove les permitirá poner en práctica las dinámicas de trabajo que han ido tratando desde el nacimiento de Pli-é Collective, entre ellas el replanteamiento del espacio.

Sin embargo, uno de los pilares más característicos de Pli-é Collective es la relevancia que dan a la escucha y la cura, "la supervivencia", explica Ribot: "Para este año en la Sala Art Jove, hemos planteado un programa de formación para los artistas seleccionados con la beca de producción (de Art Jove Barcelona). Consistirá en compartir prácticas, experiencias, herramientas metodológicas y estrategias de investigación, pero sobre todo de supervivencia. Somos artistas o investigadores muy jóvenes y necesitamos este apoyo, saber cómo sobrevivir en el mundo del arte". Un mundo que, según la calvianera, alimenta la competitividad "entre nosotros mismos". La precariedad es el principal problema: "Hay muy pocos espacios que te permitan realizar este tipo de proyectos con buenas condiciones y en los que te puedas sentir suficientemente valorado". Y Ribot se sabe afortunada: "Ahora se ven los frutos de un trabajo de años", comenta agradecida.

Derivas en el espacio público

Uno de los proyectos más recientes de Pli-é Collective, que se enmarca dentro de la bienal de arte digital The Wrong Biennale, es L'espai que hi ha. Esta es una propuesta deslocalizada que huye de los marcos tradicionales del museo y viaja hasta el espacio público. Los recorridos, que aquí se llaman derivas, pasan por tres lugares diferentes de Barcelona (la primera de ellas se celebró a finales de 2019 en Recinte Hospitalari de la Maternitat; la segunda fue este fin de semana y la última será el próximo mes de marzo en Barcelona). El público debe conectarse con el móvil a una red router, donde se encuentran las dos intervenciones realizadas por dos artistas diferentes específicamente para esta propuesta de inmersión, desde la que a partir de estímulos visuales y sonoros se dictan los movimientos de los asistentes. "Dos artistas ofrecen lecturas diferentes de un mismo espacio. "Fue impresionante cómo lo vivió la gente", recuerda Ribot, "en las particiones blancas de los museos los visitantes nunca sabe bien cómo tienen que actuar. En esa primera deriva, la gente percibió otro ambiente: de calle, más cómodo, más libre. Al terminar se formó un círculo y todo el mundo comentaba lo que había pasado, lo que le había sugerido la ruta a partir de las intervenciones".

Para reforzar esta idea de incomodidad en una espacio tradicional, la calvianera se remite a otra experiencia. Junto a sus compañeras del colectivo, comisariaron la exposición Suggerir és insinuar amb prudència que acogió una de las galerías con más renombre de la ciudad: Àngels Barcelona. "A ver esta muestra se acercaron muchos conocidos nuestros que querían ver nuestro trabajo pero que no están acostumbrados a visitar galerías. Por mucho que intentamos romper con las dinámicas tradicionales, nos preguntaban si podían entrar o tocar alguna cosa".

Desde su faceta como artista, Ribot empezará a finales de febrero a desarrollar un proyecto dentro del programa de apoyo a la investigación del Centro de Estudios y Documentación (CED) del Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA), donde le han concedido una plaza durante tres meses. "Es un trabajo de investigación visual en el que ya llevo un tiempo: La graella com a infraestructura. Forma parte de mi línea de experimentación artística", explica.

En un mundo tan competitivo, cuidarse es lo primero, por eso Ribot señala que "la escucha debe estar en el centro del proceso artístico". Pli-é Collective es su manera de empezar, creando con sus compañeras un espacio cálido y de apoyo para aprender a sobrevivir.

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