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Crítica de Teatro

Cánteme un cuento que pueda guardar

Cánteme un cuento que pueda guardar

Va com va (Tornar a les arrels)

Teatre del Mar

Dramaturgia: Creación colectiva.

Dirección: David Maqueda.

Actrices: Anna Berenguer y Marina Mulet.

Música: Sandra Monfort.

La herencia oral de las abuelas, quizás los mejores arcanos de la memoria, de una tradición que se asoma al abismo del olvido cuando se desprecia y se deprecia la lengua que la alumbró. Va com va nos remite a esa Valencia, ese país, que habla con las letras de Vicent Andrés Estellés y canta y baila cuentos, leyendas y mitos y también chascarrillos de pueblo, picantes, venidos a más. Es el legado de las mujeres que sostuvieron un mundo en proceso de mudanza, las historias de aquellas que se saltaban la misa oficial, y sentían, soñaban y gozaban mientras tejían una suerte de resistencia de sonidos y palabras, barrera -no sabemos si infranqueable- ante estos tiempos de ahora que parecen querer borrarlo todo.

Atrapa desde el inicio, y conmueve, este mosaico de poemas, canciones populares y dichos en forma de consejos; fluye entre las notas de la música en directo y a través de la sencillez de la puesta en escena, de unas interpretaciones precisas de dos actrices que narran bien y mutan mejor para acompañar los relatos - atención, directores y directoras: Anna Berenguer vive aquí y es muy buena.

Se agradece la apuesta de un Teatre del Mar en plena temporada de invierno que tiene en cartera una doble ración de Rodo Gener (Losers -con Clara Ingold- y Una nit vaig somiar que vivía a Menorca) y una versión de La vida es sueño que promete emociones fuertes. Mejor que no se lo pierdan.

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