La poesía le cantó al amor y a la libertad, el pasado jueves, en el Museu Picasso de Barcelona. Lo hizo a través de varias voces, entre ellas la del escritor, poeta y colaborador de esta casa Biel Mesquida, que estuvo arropado por Enric Casasses, Dolors Miquel, David Caño, Blanca Llum Vidal y Vicenç Altaió, organizador del encuentro. La intención de Altaió era juntar a poetas de generaciones, estilos y fonéticas diferentes. La temática, el amor y la libertad, corresponde a las dos grandes ideas sobre los que gira la exposición que acoge el museo barcelonés, Pablo Picasso,Paul Eluard. Una amistat sublim, sobre la relación de fraternidad que compartían ambos artistas.

Mesquida fue el encargado de inaugurar el recital, y fue el que dio la primera sorpresa. "Nadie espera que, en un recital de poesía, el primer poeta se ponga a cantar". El escritor irrumpió en escena cantando una canción de su gran amiga, la cantante Maria del Mar Bonet, -recientemente reconocida con la Medalla d'Honor de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià: Dona'm sa mà fue el tema que entonó el poeta, unas palabras que fueron el aperitivo perfecto para sus versos.

Fraternidad, respeto y complicidad es también lo que une a este grupo de poetas, todos comprometidos política y socialmente, eléctricos y abanderados del amor y el erotismo. Sus intervenciones fascinaron a las más de cien personas que se acercaron a escucharles. Así lo explica Mesquida, que celebra la actitud del público, que "no paraba de aplaudir" cuando tocaba y que respetaba, de igual manera, los momentos de silencio: "Fue muy respetuoso y entregado".

La del jueves fue una velada llena de fervor y muy emotiva. "Todos estos poetas son muy buenos", dice Mesquida sobre sus colegas, que acentúa la manera "rabiosa" de recitar de Dolors Miquel, la "suave y fuerte" Blanca Llum y el tono "discursivo de Casasses". El encuentro concluyó con la lectura del largo poema Liberté, de Paul Eluard, del que leían una estrofa cada uno. Y ahí siguen, suspendidas en el aire, las palabras.