El director de Mallorca suma su segundo Ciutat de Palma con un nuevo documental, 'La ciutat dels morts'.

Es el segundo Premi Ciutat de Palma que consigue el documentalista, guionista y fundador de Mosaic Produccions Miguel Eek, establecido en Mallorca. La primera vez fue por su documental Vida i mort d'un arquitecte, sobre Josep Ferragut. "De hecho, con los fondos de aquel primer galardón pude financiar la preproducción del que ahora ha ganado, La ciutat dels morts", explica.

Este largo, que con el Ciutat de Palma ya ha cosechado cinco premios, gira en torno a los trabajadores del cementerio de Palma.

"El origen del mismo fueron dos experiencias recientes. Asistí a dos entierros y hablando con el enterrador en uno de ellos se me pasó el miedo y me habló con tanta naturalidad que me sentí muy a gusto", comenta. Fue entonces cuando Eek decidió hablar de la muerte desde otro punto de vista: el de los trabajadores. "Sabía que era un viaje que me iba a llevar a una transformación personal", señala. "Estuve nueve meses rodando en el cementerio y en el tanatorio de Palma", indica. "Creo que durante la película se produce un proceso de naturalización de la muerte para el espectador", prosigue.

El tono de La ciutat dels morts y el humor que emplea son las claves. "El humor es muy importante en el documental. Ante algo tan trágico como la muerte sirve de contrapunto y ayuda a naturalizarla", apunta.

Situaciones jocosas hay varias en la película. "Por ejemplo, se comenta un estudio de Silicon Valley que apunta que en 20 años seríamos inmortales. Algo que pondría en peligro el propio trabajo de toda esta gente, que apuntan cosas como '¿qué pasa, que la gente no podrá decidir si quiere morir?'", explica. El documental está trufado de sencillas y a la vez profundas reflexiones filosóficas sobre la vida.