A lo largo del pasado 2019, el Ministerio de Cultura invirtió cerca de tres millones de euros (exactamente, 2.951.667) para la adquisición de obras para las colecciones públicas del Estado. La cifra supone un incremento del 41,8% con respecto al año anterior (2.081.954 euros).

El friso con historias de la Eneida titulado Eneas y las arpías, del artista renacentista italiano Dosso Dossi, fue la adquisición más cara, con un precio de 950.000 euros. La obra es la primera de este pintor de la primera mitad del siglo XVI que pasa a engrosar la colección del Museo del Prado junto a piezas como Magdalena Penitente, de Alonso Cano (200.000 euros). En el balance de 2018 y 2019 no se incluye la cantidad abonada para la compra de La Virgen de la Granada, de Fra Angélico, adquirida en 2016 a la Casa de Alba para el Prado, y cuyo coste total -18 millones de euros repartidos entre el Prado, la Fundación de amigos del museo y el Ministerio de Cultura, que ha pagado un tercio, seis millones- se ha repartido en cuatro anualidades, de 2016 a 2019.

El Museo Nacional de Escultura de Valladolid también ha visto crecer su colección. Cultura ha adquirido además bienes que se conservarán en el Archivo Histórico de la Nobleza de Toledo. Para el Museo Reina Sofía se han comprado un grupo de carteles literarios realizados por Ernesto Giménez Caballero, conocido como Gecé, entre 1925 y 1927 (270.000 euros).

Nada para la periferia

Con estas compras, el Ministerio de Cultura muestra una vez más su centralismo cultural, (enriqueciendo los centros de Madrid o dos espacios de Valladolid y Toledo), tal y como señaló la periodista especializada en arte Maria Palau, desatendiendo así los equipamientos periféricos