La gran escultura en forma de nube que Albert Pinya ha producido para el canódromo de Palma y que lleva meses terminada no se instalará en este espacio hasta febrero. Así lo confirmó ayer a este diario la coordinadora general de Cultura Francisca Niell. "La previsión es que sea lo antes posible, pero no será hasta febrero seguro", señaló la gestora municipal.

Las obras del bosc urbà llevan retraso debido a una serie de cuestiones, "como es la recepción a Parcs i Jardins y una serie de modificaciones que se realizaron en el proyecto", comenta. Las obras debían estar listas el pasado septiembre, pero tuvieron que llevarse a cabo una serie de modificaciones a la idea inicial, cambios que estaban relacionados con una serie de inconvenientes referidos al terreno de este espacio y con un proceso participativo de los jóvenes que estudian en los institutos cercanos.

El equipo municipal de Cultura, con el concejal Antoni Noguera al frente, visitó el pasado mes de julio el taller de Poraxa (Porreres), donde Albert Pinya se encontraba trabajando en la escultura pública Núvol. En aquel momento, se explicó que la pieza se integraría en el paisaje del bosque "como un elemento más, pero a la vez, por su forma y color, captaría la atención del espectador y le invitaría a un paseo por la naturaleza".

Durante esta visita, se anunció que con la instalación de esta pieza se abría "un nuevo itinerario artístico y cultural en la ciudad". Un hecho que iba a permitir reconsiderarse la reubicación de algunas esculturas que actualmente están distribuidas por distintos lugares de Palma. "Esta iniciativa creará un nuevo paseo artístico distanciado del centro histórico", explicó Noguera.

Núvol tiene unas dimensiones de 5 x 3,8 x 1,2 metros y la inversión en materiales para producción, transporte e instalación por parte del Ayuntamiento asciende a 16.843 euros.

Pinya empezó a introducirse en la escena internacional en 2008 con exposiciones en la galería italiana Alberto Matteo Torri y en la escena nacional de la mano del galerista mallorquín Ferran Cano. Uno de sus últimos proyectos ha sido la realización de un mural y una instalación sonora en Matadero Madrid.