Chenoa cerró ayer en la sala Es Gremi de Palma su gira de conciertos acústicos con Europa FM que la ha llevado a recorrer Valladolid, Granada, Santander y Alicante. Tras la clausura de este tour, la cantante se centrará en la grabación de la próxima temporada del talent show Tu cara me suena y en los preparativos de su boda con el urólogo Miguel Sánchez Encinas, que tendrá lugar en Madrid el próximo 14 de junio.

P ¿Cuando viene a Mallorca, sigue siendo la Chenoa de aquellos baretos?

R Del Blues Ville, del Barcelona de sa Finestra... Pues sí, porque me han dado escuela. A mí Mallorca me ha dado la oportunidad de saber si lo que hacía me gustaba. Diez años cantando en Palma son muchos. Gracias a dios aquí siempre ha habido música en vivo y se ha cuidado. Hay muchos grupos y mucha gente muy buena aquí. Me ha dado confianza. Una artista necesita confianza, da igual el arte que manejes. Yo creo que el artista es un inseguro y al trabajar con esa inseguridad, a veces te salen cosas muy chulas y también te hacen conocerte que, al final, es lo más importante.

P Ha cerrado en Mallorca su gira acústica. ¿Qué le gusta de ese formato?

R Toda la vida he hecho acústicos. Yo creo que he hecho más acústicos que otra cosa. Es un formato que, personalmente, me hace experimentar con las canciones que están muy cargadas de ingredientes para llevarlas al punto más sencillo. Te das cuenta de que si la melodía, la armonía y la composición de la canción son buenas, te permite jugar con ella en cualquier estilo. Y es un detector de mentiras, como digo yo. Aquí se canta o se toca o sino, no sirve, no te puedes esconder.

P ¿En estos acústicos has mostrado a una Chenoa inédita?

R El público ya conoce el formato que presento y por eso vienen. Hasta cierto punto es un diálogo. Yo trabajo con ellos y ellos conmigo. Para mí es muy importante tomarle el pulso al público y a partir de ahí ver cómo late. Tiendo a mover el repertorio dependiendo de cómo vea a la gente. Por eso cada concierto es diferente.

P ¿Se encuentra cómoda en la composición?

R Sobre todo como letrista, que es lo que más manejo y es lo que más me gusta contar mini historias por que al final hago de actriz en tres minutos. Sentarme en los bares, en ese Bosch, y tomarme mi cafelito, siempre es un punto y mirar a los demás, soy un poquito voyeur, somos muy gestuales y si miras a la gente, no hace falta que sepas de qué están hablando. Nos expresamos mucho con las manos y yo me invento historias a partir de ahí. Hay mucho protagonista que quizás no lo sabe.

P Veinte años de carrera y ocho discos han sido para usted...

Una cadena estupenda de sensaciones, porque al final los bajones y los subidones te hacen lo que eres hoy en día. Estoy cerrando el año con salud, que es lo que más importa y mucha alegría del trabajo bien hecho y mantenerse, que al final es lo difícil. Es una carrera de fondo, no hay más. El segundo disco es el que te hace quedarte o irte. Eso lo tengo comprobado en muchos artistas que he visto.

P Siempre que tiene oportunidad habla de Mallorca. ¿Por qué no se casa en la isla?

R (Risas) Por motivos laborales, básicamente, lo mío es por trabajo, no por falta de ganas, pero no creo que le tenga que demostrar mucho más a Mallorca, ya lo saben. En el banquete pondré una mesa que se llame Mallorca, será la mía. Se lo voy a decir al novio, para tener mi trocito de la roqueta.

P ¿Los preparativos de boda están muy avanzados?

R Sí, estoy ya dando pasos para afianzar ingredientes, pero va a ser una boda muy tranquilita. Quiero algo sencillo. La que se casa es Laura, ya se lo dije a Hannibal Laguna [el diseñador de su vestido]. Mi idea es dar espacio a nivel personal de lo que yo sí quiero como humana, como pareja, como mujer de y quiero algo pequeñito y con la gente que quiero y poder atender a todo el mundo.

P ¿Y cómo es Laura?

R Creo que es más tranquila que Chenoa por esa dualidad que manejamos todos. Mi vestido quiero que sea femenino, pero con ese toque de comodidad también que es raro para una novia.

P ¿Cómo lleva la expectación creada en torno a su boda?

R Lo llevo bien porque la gente lo que me provoca es mucho cariño. Voy por la calle y me dan la enhorabuena, me dan besos. Creo que es bonito que la gente se alegre por ti, me llega esa energía. Son muchos años de entrar en sus casas y al final me han visto enfadada, me han visto riendo, me han visto llorando, me han visto fallar, errar y también que me ha ido bien. Todo eso hace que al final empatices con la persona.

P Tanto con A mi manera como con Las chicas buenas reivindicas a una mujer independiente.

R Siempre lo he hecho. Lo tenía claro desde hace veinte años y lo defiendo a diario. El estar con una femineidad muy natural y no forzada. Intento, dar un speech muy positivo siempre y no tirar del punto agresivo porque no me favorece nada y tampoco es bueno para nosotros ni nosotras. Creo que es importante que hagamos llegar el mensaje de una manera más relajada y más perseverante.

P ¿Se sintió juzgada en su día por mostrar esa imagen?

R Totalmente. Antes costaba más encajar la imagen de una mujer independiente. Las actitudes canallas en mujer no son bien recibidas. Es verdad que esto sobre el papel suena agresivo y se ha distorsionado, pero yo me entiendo y sé lo que quiero decir. El punto femenino lo tengo, pero la valentía también y me ha ayudado mucho a seguir mi carrera el ser como soy.