Nuevos aires y potentes bríos en la Editorial Moll. El sello se reinventa sin abandonar sus tesoros y apostará en una nueva etapa por el descubrimiento de nuevos talentos y ediciones arriesgadas. Así lo explicaron ayer los responsables de la Institució Francesc de B. Moll, formada por un nutrido grupo de personalidades de la sociedad civil que pusieron fondos de su bolsillo para salvar de la desaparición los fondos del sello, que quebró en 2014.

En estos cuatro años, la entidad ha reeditado 141 obras de su catálogo "gracias a las ventas realizadas en las librerías", explica Antoni Mir, secretario de la Institució. "Adquirimos los activos de la editorial y hemos conseguido darle continuidad", señala. "Todo lo que se ingresaba en ventas se invertía en la edición de otro libro", comenta.

Una vez asentada y asegurada la continuidad del valioso fondo de Moll (1.300 títulos publicados a lo largo de ocho décadas de historia), el equipo ha decidido dar un paso más: ceder el testigo a un equipo joven para que se encargue de descubrir nuevos talentos, nuevos lectores "y que exploren nuevos formatos también", apunta. Al frente de este equipo joven, estará el historiador Tomeu Canyelles. "Son personas que están en la plenitud. También se presentará una nueva imagen corporativa. Se trata de empezar una nueva etapa y de buscar la complicidad de los más jóvenes", señala Mir.

De momento, anunciarán el lanzamiento de dos títulos. Por una parte, el poemario Ponts, del ibicenco Jean Serra. "Será el número 174 de la colección Balanguera de poesía". "También forma parte de esta nueva etapa la publicación Els secrets del Salt de la Bella Dona/La restauració, un volumen cuya autoría se reparten el Gremi de Margers, artífices de la recuperación, y el biólogo Antoni Font", desvela.

Otra de las novedades es la convocatoria de los I Premis Moll, para creadores de hasta 35 años. "Son unos galardones que van a la búsqueda de nuevas plumas, nuevos públicos y nuevos formatos", apunta Mir, "que pueden ir desde un proyecto digital a un audiolibro". En el acto que ayer tuvo lugar en CaixaFòrum, el escritor Sebastià Alzamora fue el encargado de conducir esta parte.

Mir no pudo concretar ayer la cantidad que será destinada a los galardones, "porque estamos concretando los patrocinios, pero la idea es que las bases se publiquen por Navidad".

Para el secretario de la Institució, esta nueva vida de la editorial significa que el proyecto coge fuerza y tiene viabilidad. "Hay interés por los libros de Moll. Sólo en 2019 se han vendido 350 títulos diferentes", desvela sorprendido. Y lo más importante, "el liderazgo de la editorial continúa estando en la isla". Un aspecto importante dado que el fondo de la editorial, cuando estuvo en peligro, podría haber caído en manos de editoriales de fuera, como Planeta, "a quien se lo ofrecimos, u otras", explica Mir.

Otra de las líneas de la Institució ha sido continuar con las series de larga duración: las obras completas de Gabriel Alomar y de Francesc de Borja Moll o la edición comentada de las rondalles mallorquines. "Hemos continuado publicándolas a través de patrocinadores y en el caso de las rondalles mediante una campaña de micromecenazgo".