Las primeras veces siempre son especiales, raras, desconcertantes. La velada de ayer en el Teatre Principal, donde se celebró la primera edición de los Premis Mallorca de CinemaPremis Mallorca de Cinema, fue un poco así. "Hemos arrancado de una manera surrealista" espetó Llum Barrera, maestra de ceremonias del acto, después de que el cineasta Javier García recogiera el primer premio de la noche (mejor director) por su documental Els ulls no aturen de créixer.

En su discurso, García sugirió que este era un galardón "inmerecido", y señaló que su pieza se había hecho sin la ayuda de la Mallorca Film Commission: "La hemos sacado adelante desde la soledad y la pobreza". El presidente de la entidad cinematográfica, Pedro Barbadillo, apuntó en su discurso, que pronunció al final de la velada, en un tono humorístico: "Esto de los premios es una cosa complicada. Al principio todo es genial... Luego se anuncian los nominados, y ya te empieza a mirar mal la mitad del sector, te observan con desconfianza". No obstante, estos reconocimientos, impulsados por la Fundació Mallorca de Turisme, a través de la Mallorca Film Comission, "están dedicados a los profesionales del cine de la isla y también a los creadores y productores de otros lugares que han elegido Mallorca como escenario de sus proyectos audiovisuales".

La noche era para celebrar. La película Pullman, de Toni Bestard, fue la estrella de la noche. Se llevó el galardón a mejor largometraje, además del de mejor sonido (Rubén Pérez) y mejor fotografía (Edu Birrun). En número de estatuillas empata con Els ulls s'aturen de créixer, el documental de García que habla sobre la obra musical de Miquel Serra y la relación con su difunto hermano, Joan Serra, que además del premio a mejor dirección, se llevó a casa también los de montaje (Aina Calleja) y banda sonora original (Miquel Serra).

Consiguió dos reconocimientos la película para televisión Nachts Baden (rodada en la isla): mejor localización y mejor película. Los otros premios -se entregaron un total de 14- recayeron sobre Vida i mort d'un arquitecte (mejor guion para Miguel Eek, Josep Maria Nadal i Mar Pla); Gaza (mejor producción para Joan Carles Bover y Julio Pérez); Hostal Orión (mejor dirección de arte); la actriz Carmen Molinar por su papel en Mírame (el de interpretación es un premio que no tiene distinción por género); y Kyoko (mejor cortometraje). El jurado, encargado de la selección de nominados, lo formaron el fundador de Filmin y director del festival Atlántida, Jaume Ripoll; Juan Carlos Caro, miembro de la Junta Directiva de la Academia del Cine; Sandra Seeling, que hace un mes inauguraba desde este mismo escenario la 8ª edición del Evolution Film Festival; y Ana Vicente, distribuidora internacional de documentales

La montadora Aina Calleja, durante su discurso, también señaló que es bueno que se premien películas "valientes y honestas" (refiriéndose a Els ulls aturen de créixer) pero reclamó que, las instituciones, deberían "soportarlas desde el principio". Y reclamó que le hubiera gustado ver a "más mujeres nominadas".