Hacer menguar el fondo bibliotecario sale barato al usuario infractor, contra el que poco pueden hacer estos equipamientos, más allá de reclamar insistentemente el volumen prestado. Si algún día llegan a devolverlo "tendrá una penalización: tantos días que no ha devuelto el libro, tantos días no podrá utilizar el servicio", apunta, Ana Gimeno, la bibliotecaria encargada de la Josep Maria Llompart, quien agrega que evidentemente estas personas están vetadas en la red municipal y del Consell y no podrán hacer uso del préstamo por una larga temporada.

Las sanciones económicas quedan fuera del ámbito bibliotecario, y el Ayuntamiento no actúa contra estos morosos, por lo que "al final no se hace nada", lamenta Gimeno.

Así, las únicas penalizaciones se producirán solo en el caso de que el libro se devuelva. "No podemos enviar un policía casa por casa", indica la jefa de sección de Bibliotecas del Ayuntamiento de Palma, Margalida Plomer, quien agrega que no obstante, como existe un carné único en toda la red de Mallorca en más de una ocasión se han topado con deudores de libros en una biblioteca determinada que han tratado de sacar en otra de la red y de inmediato ha saltado la alerta porque el sistema los ha detectado. "Un moroso en un lugar se considera moroso en toda la isla", subraya.

Tampoco tienen más margen de maniobra contra estos usuarios en Can Sales. "Crematísticamente no se puede sancionar, no hay una multa pecunaria, lo único es suspender en tiempo el servicio de préstamo y en última instancia dar de baja al usuario", expone su responsable, Maria del Lluc Alemany, que matiza que no obstante, este podrá seguir haciendo uso de las instalaciones: "No puedes suspenderle el acceso a la información, que venga aquí a leer, eso no se puede".

Constatado el exiguo castigo que van a recibir, las bibliotecarias animan a aquellos que retienen en sus casas títulos públicos a que los devuelvan. Alemany lanza un mensaje a aquellos que simplemente no quieren pasar por la vergüenza en el mostrador tras haberse demorado una eternidad. "No os van a decir nada, aunque sea devolvedlo en el buzón [de devoluciones situado a la entrada]", apela, para insistir en que aunque se suspenda temporalmente el servicio, antes o después se reanudará. "Lo que nos interesa es que la gente se lleve obras a sus casas, dar facilidad para la lectura y que los libros puedan rodar". Del mismo modo se pronuncia Gimeno, quien insta a los lectores que guardan ejemplares de la biblioteca a que los retornen: "No va a pasar nada y nosotros se lo agradeceríamos".