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XXX Setmana del Llibre en Català

Diana Coromines: "Calders ilustró muy bien la distopía que ahora vive Cataluña"

La nieta del escritor presenta este sábado en el Aljub de Es Baluard un libro que reúne seis relatos y 88 artículos del mejor cuentista de las letras catalanas

La periodista y diplomática catalana Diana Coromines. TV3

La obra periodística de Pere Calders es de una contundencia y vigencia aplastantes. La recopilación de sus mejores artículos puestos en relación con algunos de sus relatos distópicos es una labor que ha conseguido con mucho tino su nieta, la también periodista, traductora y diplomática catalana Diana Coromines. "Este volumen que acaba de publicar Rosa dels Vents pone de manifiesta que su obra es un todo, una producción muy vinculada al compromiso político de mi abuelo y a su lucidez y capacidad visionaria", explica a este diario la nieta del mejor cuentista de las letras catalanas.

El fascismo, el exilio y la censura (tres palabras presentes en el título del libro, que se presentará este sábado a las 12 horas en el Aljub de Es Baluard, en el marco de la Setmana del Llibre en Català) son algunas de las temáticas principales de estos escritos que se publicaron en cabeceras diversas. "En muchos de ellos, avanzó los grandes acontecimientos del siglo XX. Por ejemplo, fue de los primeros intelectuales de Europa en advertir acerca de lo que estaba pasando con los judíos en Alemania. O en levantar las alarmas acerca del futurismo, que con el ascenso del fascismo se convirtió en la marioneta de Mussolini. En este sentido, estaba en la línea de escritores también visionarios como Salvemini y Zweig", considera Coromines.

Calders tenía muy integrado el periodismo en su manera de ver e interpretar el mundo. "Le recuerdo leyendo la prensa cada mañana. Se compraba cuatro o cinco periódicos: catalanes, de España y extranjeros", relata. "Su padre, además de escritor e impresor, era comerciante de cámaras fotográficas. Sabía perfectamente que una fotografía no era la realidad y que el ángulo, la iluminación y el punto de vista que había detrás eran lo importante. Esta condición marcó su obra literaria. En su archivo personal, muchos manuscritos de sus cuentos están guardados junto a una noticia del diario, que fue la que le inspiró", apunta la periodista.

La incomodidad y su capacidad para entrar en temas espinosos y silenciados fue otro de los acicates para impulsar esta publicación. "Trató temas que el establishment no quería que estuvieran en el debate público. Por ejemplo, en el año 65 formó parte de una gran polémica a raíz del libro Els altres catalans de Candel, un volumen que explica la situación y la problemática de la inmigración, sostiene Coromines. "Mi abuelo dijo: vamos a ver qué se puede hacer para que esta gente no tenga que abandonar su hogar y tenga que venir aquí en malas condiciones e instalarse en barracas. Señaló también que estaba produciéndose una política de ocupación en Cataluña diseñada por el régimen franquista. Inmediatamente le acusaron de xenófobo y supremacista", explica la nieta. "El debate intelectual fue aniquilado por las élites catalanas, que son las que controlan el debate público", agrega. "Es una manera de empequeñecer un país", manifiesta.

"Esto está pasando también con el 155 y otros temas que están frenando y censurando las élites de Cataluña", prosigue. "Mi abuelo ilustra especialmente bien la distopía que ahora está viviendo Cataluña", concluye.

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