La artista de Son Servera Amparo Sard y las galerías Pep Llabrés Art Contemporani y Addaya Palma participarán en la VI edición de la feria de arte contemporáneo MARTE, que se celebra en Castellón del 14 al 17 de noviembre.

Siguiendo su compromiso de otorgar visibilidad a las mujeres, este año tendrá como artista invitada a Sard con su proyecto Entornos cambiantes. La isleña cuenta con una importante trayectoria nacional e internacional. Su obra se encuentra en colecciones como las del MOMA de Nueva York, Guggenheim de Nueva York, Artium de Vitoria, Deutsche Bank de Berlín y Nueva York, la colección Patricia Phelps de Cisneros, entre otros. Además, fue seleccionada como una de las mejores artistas del mundo del año 2018 para la LXRY List de Holanda.

Otra sección de la feria es MARTE Curated, donde se presenta una selección de artistas, con sus correspondientes galerías, entre las que se encuentran las dos mallorquinas.

La feria de Arte Contemporáneo MARTE pretende acercar a todos los públicos la escena artística actual con propuestas accesibles a todo tipo de presupuestos, y considerada como una de las mejores ferias en España en las que iniciarse en el coleccionismo. La horquilla de precios que encontramos va desde los 300 a los 10.000 euros. MARTE se ha consolidado, a través de estos 6 años, como la única feria de la Comunidad Valenciana y continúa con su fuerte compromiso con la escena artística de Castellón y de la Comunidad Valenciana.

'Entornos cambiantes', Amparo Sard

En palabras de la artista “Entornos cambiantes tiene como propósito ser una toma de conciencia sobre la forma en que reaccionamos e interpretamos hoy lo que vemos. Todo se percibe como si se tratara de una película de ciencia ficción. No nos afecta, no nos quita ni el sueño, ni el apetito a la hora de cenar. Aunque veamos en los informativos tragedias de todo tipo, hambrunas y muertes de inmigrantes, ante los que nos damos golpes de pecho pero que, a la hora de la verdad, no somos capaces de reaccionar ni de hacer algo al respecto. Las diferentes definiciones de tiempo nos tienen despistados. El entorno cambiante es el que nos aporta el siniestro en el entorno, por la incapacidad de parar un mundo imparable en constante evolución, incapaz de comprenderlo”.

La propuesta de Sard es además algo más ambiciosa, porque también pretende dar una pista de hacia dónde se podría estar dirigiendo hoy el mundo del arte; es como si el artista percibiera que de ojos para afuera cualquier cosa puede ser “fake”, y que eso no acaba de servirle para transmitir “su verdad”. Por ese motivo recurre a la intuición, a las emociones profundas, las que no engañan. En la esfera del arte esto se traduce en imágenes que crean tanta tensión como las dimensiones desorbitadas, la información inabarcable, en la confusión que provoca algo que parece estar vivo y en realidad es un objeto, en la deformidad. Y todo ello está comprendido en la exposición: lo que se encuentra el espectador es una serie de imágenes, muchas de ellas autorretratos, donde una figura inicial es deformada, para dar una sensación algo inquietante. Porque quizá de esa manera, el que no reacciona ante las imágenes deprimentes ante las que nos encontramos, o en este caso, frente a la imagen superficial que está contando la historia de la exposición, percibe cierta inquietud o angustia.