El mundo literario de Maria Antònia Salvà (Palma, 1869; Llucmajor, 1958), la primera poeta moderna en lengua catalana, será defendido y difundido en los próximos meses con motivo del Any Salvà, programado por el Consell para celebrar el 150 aniversario de su nacimiento. Talleres, conferencias, propuestas educativas para escuelas, el espectáculo Som tantíssimes, rutas literarias y un club de lectura en colaboración con la Xarxa de Biblioteques de Mallorca son algunas de las actividades programadas, bajo la coordinación de Pau Vadell y M. Victòria Parra, de un conjunto de actos que se ha dado a conocer hoy, el mismo día, un 4 de noviembre, en el que nació la autora de obras como Espigues en flor.

Formada en el ambiente culto de la Renaixença mallorquina, Salvà se dio a conocer en la última década del siglo XIX. Discípula de Miquel Costa i Llobera, su obra se enmarcó, en sus inicios, en la temática rural de la denominada Escola mallorquina, hasta que contactó con Miquel Ferrà o Josep Carner, quien la promocionó en Barcelona. De su obra destacan títulos como El retorn y Lluneta del pagès, con una voz basada en la contemplación de la naturaleza que se irá esencializando, al pasar de la descripción a una interiorización bella y sutil, capaz de evocar diversos estados de ánimo, y la propia subjetividad. También destaca como traductora, de Alexandre Manzoni o Giovanni Pascoli, y por el cultivo de la prosa.

Con el lema Pues i flors té el roserar, el Any Salvà pretende destacar “el espíritu de sacrificio y lucha que guió a Maria Antònia Salvà para incorporarse a un entorno sociocultural y para incorporarse como mujer en el ámbito de la cultura y la creación”, ha señalado la vicepresidenta del Consell y consellera de Cultura, Patrimoni i Política Lingüística, Bel Busquets.

En este sentido, el director insular de Política Lingüística, Lluís Segura, ha recordado que “en vida y también después de muerta”, Salvà ha tenido que luchar contra tres prejuicios “que no tienen ningún sentido ni justificación”, como son el hecho de nacer en un mundo de hombres, vivir y escribir en un ámbito rural y el centralismo excesivo que en ocasiones impera en la cultura.