Hace apenas unas semanas arrancó en Madrid el rodaje del thriller Hasta el cielo, del director Daniel Calparsoro que acaba de estrenar El silencio de la ciudad blanca. El thriller cuenta con la participación del rapero mallorquín Dollar Selmouni (Palma, 1996). Conocido por la música que empezó a compartir en YouTube en el año 2017 -sus temas suman millones de visualizaciones- el isleño se ha mudado a Madrid para rodar esta película. Se trata de un largometraje cuyo elenco está formado por Luis Tosar, Miguel Herrán, Carolina Yuste, Asia Ortega, Patricia Vico, Fernando Cayo y César Mateo, y en la que participan, además de Dollar, músicos urbanos como Ayax, Olmo (Jarfaiter), Ramseys y Carlytos Vela. Aunque no puede adelantar casi nada sobre su personaje ni el guion del film, cuenta que está siendo duro estar lejos de casa, pero también una experiencia "brutal": "No sé cuando volveré a Mallorca pero es muy duro estar lejos de tu familia y amigos, aunque aquí hay más oportunidades", asegura. La grabación ha pasado por Eivissa y también se rodará Valencia.

Selmouni lo tiene claro: esta es una buena época, y todo el tiempo repite que esto "solo acaba de empezar". "Y lo digo yo que sé lo que es estar trabajando todo el día por cuatro duros. Me he criado en la calle, he estado en centros de menores, dice el cantante, que se considera una persona muy sensible, trabajadora, con los pies en la tierra y alegre. "La humildad, el respeto y el saber estar me han permitido llegar donde estoy. Y todo esto me lo ha enseñado la calle". Aunque dice estar contento, de su música emanan melodías tristes y melancólicas, y sus letras son duras y una inyección de realidad. Otra vez, cosas de la calle. "Aunque yo sea alegre, la realidad es la realidad. Escribo y canto sobre lo que he visto y he vivido". Su primer disco, Los niños, se publicó en las plataformas digitales a principios de octubre.

En el año 2016 participó en una de las batallas Full Rap Mallorca, donde se grabó un vídeo que triunfó en YouTube. Fue gracias a este vídeo que la gente conoció a Selmouni, y el público le animó a hacer más canciones. "Fue casualidad. Mis amigos siempre me animaban a cantar porque lo hago diferente a otros raperos [su estilo es más aflamencado], pero yo no les hacía caso, nunca batallaba". Gracias a esa participación, su vida ha cambiado: "Estoy muy feliz por todo lo que me está pasando, pero triste por no poder compartirlo con mi gente".

Aunque eche de menos la isla y su familia, tiene asumido que "en Mallorca se sufre mucho, la distancia es muy mala. Para relacionarte con gente que haga cosas similares, o que se dedique a la música urbana, tienes que coger un avión. Y relacionarte es importante en el mundo artístico", explica Selmouni, que dice haber encontrado en Madrid muchas más oportunidades y contactos para una carrera de fondo que acaba de empezar.