Anoche se celebró la segunda y última cita de la primera edición del Fest Ciutat, el encuentro musical que pretende convertirse en un referente de la música indie, pop y electrónica de Palma. Ayer se inauguró la velada con Brigitte Laverne, a quien siguieron The Grooves, Luis Alberto y Amatria. También fue el turno de la única agrupación internacional del cartel: Vive la fête. La casa azul, el conjunto más esperado para la mayoría, revolucionó al público del Velòdrom, que despidió la noche con las mezclas imposibles de la valenciana que se esconde tras el nombre Innmir.

Si bien la afluencia de público de ayer fue menor que la del viernes, día en que se superaron las 3.000 personas, la organización del Fest Ciutat celebra el éxito del festival: "El balance es positivo, la gente se lo pasó muy bien, había muy buen rollo", apuntó. Aunque hay algunos comentarios que se quejan de la mala acústica del Velòdrom, desde la organización señalan que "la proporción de personas descontentas es mucho menor a la de las que quedaron satisfechas", e indicaron que "no hay ningún otro espacio cerrado en Palma donde se pueda hacer un festival de estas dimensiones, hemos trabajado para que el sonido fuera el mejor posible y consideramos que fue razonable y aceptable". Sin olvidar que hay muchas cosas por mejorar, la organización afirma con convicción que habrá una segunda edición del Fest Ciutat en Palma.