La Camerata Academica Sant Llorenc de la Escuela de música del municipio de Plön (Alemania) fue fundada hace veinte años por la violinista mallorquina Isabel Morey Suau y Neil Fellows, con el propósito de enseñar a tocar el violín en grupo, no de forma solitaria. Así que podemos decir que en esa formación encontramos niños y adolescentes que desde los 4 a los 17 años tocan juntos a pesar de tener niveles musicales diferentes. Eso hace que los jóvenes violinistas, además de tocar un instrumento se acostumbren a compartir atril ya desde muy pequeños.

Para Isabel Morey ese aspecto social es casi tan importante como el musical. Su objetivo principal no es formar músicos profesionales sino personas íntegras y que puedan disfrutar de la música como una actividad más. “Algunos de nuestros alumnos sí se han dedicado profesionalmente a la música, incluso algunos han ganado premios internacionales, pero lo que más nos satisface es ver como ex alumnos de la Academia, que trabajan como médicos, taxistas, carpinteros o que tienen un comercio, pero que siguen practicando el violín en sus horas libres, nos mandan a sus hijos para que puedan aprender a tocar el instrumento”, afirma Isabel Morey, justo antes de ponerse al frente de un ensayo de su orquesta, que esta semana realiza un stage en Mallorca que culminará con algunos conciertos públicos en la Església vella de Son Servera (mañana 20.30h), Iglesia de Monti-Sion de Palma (viernes 19h), Port de Sóller (sábado 18h) o en la Catedral de Palma (durante la misa del próximo domingo, 13.30h).

No es la primera vez que esa orquesta de violines viene a la isla, lo ha hecho regularmente desde el año 2003.

Esta formación alemana, pero con ascendencia mallorquina, ha sido invitada para ofrecer conciertos en Viena y otras ciudades alemanas y en el año 2011 fue reconocida como Escuela ejemplar de la Deutsche Suzuki Gesellschaft.

También algunos compositores alemanes le han escrito y dedicado obras, siempre con la idea que puedan ser interpretadas por músicos jóvenes de niveles musicales muy diferentes, Wilhelm Kaiser-Lindemann es uno de ellos.

La Camerata Sant Llorenç debe su nombre a la cripta de Sant Llorenc de Palma, situada debajo del presbiterio del actual templo parroquial de Santa Creu y que posee acceso propio desde la calle. Esa cripta es “una de les primeras iglesias de Mallorca y para mí tiene un especial significado”, añade Morey.