Thriller, de Michael Jackson, suena a través de una Sinfonola 2000. La máquina de discos, antes habitual en muchos bares, atesora singles de Sinatra, The Cure, Immaculate Fools o Mano Negra, entre muchos otros. Del interior del velódromo Illes Balears llegan los ecos de uno de los conciertos en directo programados para el día. Es sábado, pasado el mediodía, y la XVIII edición de la Fira Internacional del Disc a Mallorca ya lleva unas horas en marcha.

En los stands instalados en la entrada del antes denominado Palma, los aficionados y coleccionistas revuelven entre las miles de referencias que muestran cerca de cuarenta expositores venidos de Europa -Alemania, Gran Bretaña, Holanda y España- y Estados Unidos. Personas de edades y gustos variados se concentran en encontrar su vinilo soñado. Los más solicitados vuelven a ser las piezas que no pueden faltar en la discoteca de cualquier aficionado: Beatles, Rolling Stones, The Doors, Jimi Hendrix, Nirvana, Pearl Jam... Nombres que se repiten feria tras feria, según comenta Peter Terrassa, organizador del evento. Los gustos del público son muy variados: punk, psicodelia, indie, explica, pero el 70% llega hasta la Fira buscando vinilos, un formato que desde hace unos años ha vuelto a interesar a los compradores. Así lo cree Joan Carles Vilella, que acude a la feria desde sus inicios. Vilella regenta Dejavú y tiene entre sus piezas alguna edición de Kiss que ronda los 180 euros. "Aquí no vienen muchos coleccionistas. La gente se gasta entre 40 y 50 euros en un disco y se llevan de todo: Beatles, Eric Clapton, grupos españoles", indica Vilella, quien acude a otras ferias como las de Bilbao, Barcelona y Madrid. Michael Kostek de Velvet Underground Records, viene desde la Costa Este norteamericana y se ha especializado en los discos de la banda de Lou Reed. Sin embargo, entre sus vinilos se pueden encontrar lo que los expertos llaman clase media, es decir, los clásicos norteamericanos y británicos. Kostek ha traído hasta Mallorca una primera edición del disco de Alice Cooper Back to School. Otra de las joyas es la primera edición norteamericana del primer disco de Jimi Hendrix que alcanza un precio de 225 euros. La emblemática Revólver de Barcelona, con Jordi Gallardo al frente, se centra en el metal, rock progresivo, blues y ediciones especiales de jazz. Gallardo muestra algunos de sus vinilos más preciados: un disco de rock progresivo de los catalanes Fusioon y otro de Conrad Setó. Javier Vegas acude con su Viniloteca por primera vez y suma al atractivo de la música el del vino, en este caso de los caldos naturales y biodinámicos. Guillermo Orey no vende discos sino reproducciones de carteles de conciertos, sobre todo de la psicodelia. Esta vez ha traído, además, una pieza única. Un póster original de 1983 del primer concierto de Radio Futura en Mallorca, en la desaparecida sala Tago Mago. Orey diseñó esta pieza de la que cree que solo queda este ejemplar y que ha puesto a la venta por cien euros.

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