El exdirector del Institut d'Indústries Culturals, Jaume Reus, Institut d'Indústries Culturals, Jaume Reus, se siente frustrado y enfadado con la situación que le ha tocado vivir: la semana pasada fue destituido del cargo de responsable de la empresa pública creada por Fanny Tur en la pasada legislatura después de haber ganado un concurso público el pasado febrero. Siete meses después, está fuera de un proyecto que "estuvo infradotado desde el nacimiento".

Su cese como director del ICIB se publicó en el BOIB el pasado martes, el mismo día que se hicieron públicas las bases del nuevo y polémico concurso para cubrir la plaza. "Solivellas lo tenía claro desde que entró, la decisión de mi destitución estaba tomada desde el principio", relata a este diario. "Cuando tuve la primera reunión con la delegada y Pilar Costa ya no me preguntaron casi nada, ni qué opinaba sobre el sector, ni sobre el trabajo que había que hacer en el ICIB. Yo les expuse lo que había en marcha", explica Reus, quien piensa que su despido estaba "orquestado" desde el principio. "La actitud arrogante que ha tenido Catalina Solivellas conmigo es insoportable: me ha sometido a un vacío total", sostiene. "Desde aquel primer encuentro, no volvieron a contar conmigo para ninguna otra reunión", precisa.

"También me quejo de que no hayan querido hacer una transición hasta que llegue el próximo director. Tendrá que pasar como mínimo un mes y medio para que se resuelva el concurso", calcula.

Según Reus, la isla está atrapada en una "partitocracia dañina". "Vivimos en un lugar donde los partidos son los auténticos responsables de los despropósitos de la cultura".

El gestor cultural, que también estuvo al frente del Arts Santa Mònica, no sólo dedica dardos a los cargos del PSOE, también señala que desde el principio de la creación del ente (con Fanny Tur) "hubo desinterés en acompañarme y en disponer de personal propio para trabajar", asegura. "Mi cargo debería haberse creado a la vez que los de las otras dos personas: un administrativo y un técnico en audiovisual. El ICIB debería haberse dotado de personal estable desde el principio, en su génesis", subraya. El exresponsable agrega que "a lo último" le pusieron un técnico "que no había estado antes en la Administración y puntualmente tenía el apoyo de Elisenda Farré del IEB".

El también historiador del arte empezó en un ICIB "que tenía mal la relación de puestos de trabajo (la RLT en la Administración)". "Había un informe negativo de Función Pública para las dos plazas y enmendé los errores en junio. Pero en ese momento, en plenas elecciones, ya no se reunía la comisión interdepartamental de retribuciones, que es por donde ha de pasar la RTL con el fin de que sea efectiva. Tampoco se reunió en julio, agosto y septiembre", apunta. "Al fin, la comisión tuvo lugar este martes y se han aprobado los dos puestos de trabajo del ICIB".

Reus explica que tres líneas de subvención para el sector audiovisual se "han comido" su tiempo en el ICIB: dos se convocaron en junio y la tercera, para atraer rodajes, saldrá ahora. "He gestionado yo solo y en estos pocos meses 860.000 euros con unos tempos muy estrictos. También he tenido que adaptar las bases y consensuarlas con el sector", señala. Pendiente deja una página web terminada ("faltan revisar los textos") y dos líneas de financiación para todas las empresas culturales "en las que había empezado a trabajar": una para inversión en equipamientos e infraestructuras y otra para liquidez. "Lo he trabajado pero no he podido ponerlo en marcha por falta de personal", justifica. "Comparto el malestar de las empresas, pero no he podido ir más deprisa. No ha sido por falta de ilusión o de trabajo. Creo en el proyecto del ICIB".

"Cortarle la cabeza al director es lo más fácil y no soluciona nada. Al director se le ha de acompañar hasta que no tenga equipo propio, no se le puede dejar a la intemperie", concluye.

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