"Todavía no mandé los bombones para el Nobel", ha bromeado la escritora uruguaya Ida Vitale, ganadora hace un año del Premio Cervantes, durante un encuentro con los medios en las Converses literàries a Formentor.

La poeta, que no poetisa, un término que rechaza, ha reconocido que fue "la curiosidad" la que le llevó en su juventud hasta la poesía y ha afirmado que a sus 95 años sigue "con ganas de escribir".

" Necesito estar un poco tranquila pero de una manera u otra anoto algo. Me quedan quince páginas para terminar una novela", ha desvelado.

La autora de Montevideo, ciudad a la que ha regresado recientemente tras un exilio en México y Texas, aclara que ella siempre ha sabido para qué sirve la poesía: "Es un repositorio en el que uno pone cosas que un día pueden servir".