Cristina Padilla subió por primera vez a un escenario cuando apenas contaba un mes de vida. A sus doce años ya ha actuado en musicales como Shrek y Peter Pan y ha participado en series, cortometrajes y alguna película. Este fin de semana Cristina será la protagonisita del musical Annie que se estrena esta tarde a las 17.30 en el Auditorium de Palma y que estará en cartel hasta el domingo.

Hija de gente de teatro, su padre es director y productor y su madre actriz, tiene claro que quiere seguir en la profesión: "Al ver a mis padres tan felices haciendo lo que les gusta de verdad, me di cuenta de que lo que yo quería era estar en una gran compañía como esta (Theatre Properties) que te da un montón de oportunidades", explica. Annie es el primer papel protagonista que interpreta, un reto que no se le ha subido a la cabeza: "No hace falta tener un papel principal para ser la mejor. Puedes ser del elenco y ser fabulosa. Hasta ahora he hecho siempre elenco", reflexiona.

Cómoda en la interpretación, pero algo más insegura en el canto, Cristina reconoce que "hay que trabajar" para encarar una producción como esta: "He dado clases de canto y de baile y he ido a la escuela que tiene Theatre Properties en la que me enseñaron a hacer esto". Con todo, no duda al decir que lo que más le gusta es interpretar y que prefiere el teatro al cine o la televisión porque "lo que salga salió y no hay que repetir las tomas y tienes cosas para contar". Es consciente de que está viviendo un momento único ya que "no todo el mundo tiene una oportunidad como esta".

Para conseguir el papel de Annie preparó intensamente las pruebas, pero conviene en que el haber vivido desde pequeña el ambiente teatral ha jugado a su favor. De su personaje dice que es "muy como yo, aunque ella es pelirroja y tiene pecas. Es muy positiva, si ve que algo no lo puede hacer lo intenta hasta que le sale; no para. Es muy cariñosa y protectora, los demás siempre van antes que ella", enumera. Asegura que encarnar a Annie le ha enseñado algunas cosas como que "no hace falta tener mucho, las mejores personas necesitan menos. Puedes ser pobre y estar en el orfanato y aun así, conseguir lo que has soñado si te esfuerzas. Puedes hacer lo que te propongas, en eso me ha ayudado", reflexiona.