P Reside en Mallorca pero nació en Asturias ¿Cómo se combinan las influencias de esos dos lugares?
R Mis abuelas me contaban historias de duendes y hadas como si fueran reales, y caminaba por el bosque y prácticamente yo los veía con mi imaginación. Es un mundo muy diferente del Mediterráneo, que es más luminoso.
P ¿De qué habla 'El círculo primero: El despertar', su último trabajo?
R Trata de una chica que despierta en una playa y no recuerda quién es, pero sabe que cuando encuentre su nombre sí lo sabrá, entonces conoce a una gata, la adopta y entonces ella se pasa la novela con el pensamiento de que es un gato y en búsqueda de su identidad.
P ¿Qué busca con sus libros?
R El piropo que más me gusta es que un lector me diga: me has hecho pensar en cosas en las que no había pensado. El pensar está muy denostado en los últimos tiempos, hay que plantearse las cosas y su por qué.
P En qué consiste la magia poética?
R Este término le gusta mucho a todo el mundo (ríe). El círculo primero está dedicado a Jodorovski, que me enseñó que el mundo depende del punto de vista, si se cambia la perspectiva y la conviertes en poética, el mundo cambia. La magia poética enseña a relativizar.
P Entre tanta fantasía, ¿se esconde una pizca de realidad?
R Claro, yo creo la mejor manera de contar historias es el mito, porque hace que uno pueda revisar los cuentos. La mitología esconde mucho de realidad. Lo que aquí en España tenemos algún tipo de complejo con la fantasía. Si no habla de la Guerra Civil, no puede ser un libro serio.
P Además, hay un componente erótico en la novela. ¿Cómo se relaciona la fantasía y el erotismo?
R Voy a decir lo mismo que me dijo José Luis Sampedro cuando tuve oportunidad de entrevistarlo antes de morir, y es, que a mí eso me interesa. El campo de las caricias compartidas me ha interesado siempre, y además, creo que el campo de la sexualidad es sagrado.
P ¿En qué medida es necesario dar rienda suelta a la imaginación?
R Es lo más importante, tenemos que poder liberar la imaginación para ir hacia donde queramos. Tu imaginación es tuya. Uno tiene que ser libre e inevitablemente nos ponemos cortapisas.
P ¿Qué tienen en común la cocina, los cómics y los zombies?
R Todo es leña que echamos al fuego. Para mí, los artículos de cocina fueron una escuela muy buena, porque para ser escritor tienes que saber escribir. Si eres dibujante y un amigo tuyo tiene un bar y te pide que le pintes una paella, no sólo se la pintas. Se la pintas y dices, mira es mía, y estás orgulloso.
