Como decía Rossini, "todos los géneros son buenos, menos los aburridos". El Auditòrium de Palma abrirá sus puertas los próximos días 4 y 5 de septiembre a la oferta lírica. La compañía Oper 4.0 es la encargada de que El barbero de Sevilla, uno de los grandes títulos universales, cobre una nueva dimensión. Así lo explicó ayer la directora de la ópera, Guiliana Retali, en la presentación de la obra. "Queremos que la ópera llegue a todo el mundo", manifestó.

"A veces vemos la ópera como algo inalcanzable y elitista, incluso podríamos decir que rozando el esnobismo", continuó el nieto del fundador del Auditòrium, Marc Ferragut, "pero este es un espectáculo hecho desde el entusiasmo y algo muy visceral", añadió.

La historia de Rosina -interpretada por la mezzosoprano Svetlana Stoyanova- se transforma para adaptarse a la cultura mallorquina. En esta versión isleña, la huérfana Rosina es alumna de canto y prisionera de don Basilio, dueño de un celler mallorquí desde donde la protagonista escribirá todas su cartas al conde de Almaviva, un noble sevillano del que está enamorada. El barbero Fígaro será el responsable de ayudar al amor entre los dos jóvenes.

La directora de escena, la italiana Deda Cristina Colonna, asegura que la primera vez que trabajó con una obra en Mallorca, "se hizo con cinco sombrillas y dos hamacas de playa". "Porque para mí la isla, como para todo aquél que no es de aquí, era sólo el verano y las vacaciones". Sin embargo, en la segunda obra, Colonna se interesó por la vida social y eligió un tema y unos personajes que dieran pie a trabajar con el celler. "La obra mezcla las proyecciones de un paisaje típico sevillano con la cultura mallorquina", explica, y asegura, que la ópera es una experiencia artística que contiene "bastante de Mallorca, poco de Sevilla, y mucho del mundo".

El reparto principal, formado por siete actores, recibe la ayuda de varios extras para acabar de brillar en el escenario. "Estos extraordinarios, que hacen honor al nombre, se encargan de mover toda la escenografía mientras actúan", apunta la directora. Además, la Camerata mallorquina, dirigida por Llorenç Gelabert, también juega un papel fundamental dentro del espectáculo operístico. "Son quince coristas que salen a tocar la serenata y cada una de ellas, además, encarna a un personaje único con su propia personalidad", añade Colonna.

Mediante la realización de esta obra, Berlín y Mallorca estrechan lazos. Así, el próximo 8 de septiembre el público podrá disfrutar en la capital alemana de esta versión de El barbero de Sevilla, que no modificará su esencia mallorquina aunque sí cambie de escenario. "Tras este trabajo hemos descubierto que no importa el marco bajo el que se desarrolla la obra, sino la relación que mantienen los personajes", apunta la italiana.

Por su parte, Stoyanova -Rosina en la ficción- subraya que el trabajo que se ha pretendido realizar es "mostrar que no importa si el idioma empleado es el italiano, el alemán o el español", porque el significado de lo que se pretende transmitir "se entiende a través de las expresiones".

Miquel Àngel Contreras, director general de Música y Artes Escénicas del Ayuntamiento de Palma, aseguró que esta ópera fomenta el "intercambio cultural". "Es importante mantener el contacto artístico entre lugares para promocionar la cultura", concluyó.