El programa de Radio Nacional Wisteria Lane, dirigido por Paco Tomás, cumple diez años en antena. El periodista mallorquín confiesa que hay dos ingredientes clave para que esto sea posible: "el servicio público y un ADN de resistencia intrínseco en el colectivo LGTB".

P Si no hubiera sido Wisteria Lane

R Quizá habría ido por otro lado. Hace diez años Mujeres desesperadas estaba de moda y me atrajo esa idea de barrio residencial donde coincide mucha gente muy distinta. Me parecía un lugar reconocible por todo el mundo, aunque no tuviera una connotación directamente LGTB.

P¿Este programa habría sido posible en una cadena privada?

R Creo que no, por eso creo en lo público. Para un país es muy saludable saber que puede confiar en los medios de comunicación públicos, que no funcionan por y para dar espectáculo.

P¿Hubo dificultades antes de que comenzara su emisión?

R No, porque fue un programa heredado. Hemos vivido cosas muy potentes, como la impugnación del matrimonio igualitario por parte del gobierno del PP o la muerte de Pedro Zerolo. Han sido momentos muy difíciles, pero hemos sobrevivido a todos.

P¿Va a participar en el nuevo programa de Tabernero?

R Sí, estaré en Sánchez y Carbonell, un late night que sigue la estela de Alaska y Coronas, donde ya participé tras las cámaras. Se emitirá en octubre en La 2 y lo presentarán Elena Sánchez y Pablo Carbonell. Cada programa tendrá un título distinto y no será monográfico, por lo que se tocarán temas que no tienen que ver con lo que anticipa el título. También es posible que yo aparezca en la pantalla, pero es algo que valoraremos en breve.

P¿Seguirá colaborando en el recientemente renovado A partir de hoy

R Aún no me han dicho nada. Continúo en el formato de verano, porque esta semana estaré en el programa del jueves y del viernes. Tras la renovación, no sé si contarán con los mismos colaboradores. A mí me gustaría, me siento muy cómodo.

P Fue nombrado asesor del exministro Huerta. ¿Cómo recuerda el episodio de la dimisión?

R Con más tranquilidad y muchísima menos pasión que por entonces. Los medios gestionaron el caso de una manera muy burda, en la que el discurso fue que una persona que tuvo una multa en el pasado y que pagó no podía ser ministro. El PSOE tampoco se portó especialmente bien.

P ¿Qué opina de que pueda darse una repetición electoral?

R Deslegitima a los líderes de la izquierda, que ya tendrían que haber llegado a un acuerdo. Ambos están como dos machos alfa en lugar de preocuparse por todo un país que ya les ha dicho que no quieren a la extrema derecha en ningún sitio. Son los dos únicos partidos que pueden apoyar los derechos LGTB; si ellos, por su propio orgullo y por no saber hacer política, deciden convocar nuevas elecciones y gana la derecha, serán los resposables de todo lo que nos pase al colectivo LGTB y a las mujeres por su absoluta falta de madurez democrática.

P ¿Tiene algún proyecto nuevo entre manos?

R Estoy en proceso de terminar mi segunda novela, que ya va siendo hora. También tengo un proyecto de ensayo en el que abarcar cómo ha sido la evolución del hombre homosexual en los últimos 40 años. Creo que se ha vuelto muy conservador, en especial la parte posicionada a favor de la gestación subrogada. También me interesa tratar la obsesión del hombre gay con la musculación y sobre lo que hay detrás de ella, por ejemplo, ¿por qué se cree que es el único rol capaz de despertar un deseo sexual?