Viaja con un pequeño bolso de cuero donde lleva un libro y poco más. Jesús Ferrero escapa de lo políticamente correcto y del futuro espera que su mente "siga mutando a la velocidad de la luz". Aunque la novela breve no era en un principio su predilección, el escritor ha recibido, por unanimidad del jurado, el XXVII Premio de Novela Breve Juan March Cecilio por Radical Blonde. Un galardón que le ha hecho "mucha ilusión" por ser un honorario "honesto y prestigioso".
P Estuvo en la isla en 2012 en las Converses de Formentor
R Sigo pensando que los editores están muy perdidos y que no hacen mucho esfuerzo por orientarse. Creo que hay que publicitar el libro de otra manera: haciendo uso de internet y las redes sociales.
P ¿Cómo es la figura del nuevo escritor o poeta digital?
R Durante generaciones se estuvo pidiendo una plataforma donde poder expresarse, es paradójico que ahora que existe, muchos no sepan cómo hacerlo. Me parece el camino adecuado en este momento. Yo voy a empezar ahora a utilizar Instagram. Facebook y Twitter tienen una forma de promover las ideas más anquilosada.
P ¿Cree que Radical Blonde
R Juro que es una de esas novelas que se leen sin querer. Hay una parte reflexiva y hay otro momento en que aparece una debate sobre lo que es verdadero y sobre lo que es falso en el arte. Es la historia de una falsificadora profesional, una de las voces femeninas más interesantes de mi carrera.
P ¿Cuál es el punto mágico de esta novela?
R La protagonista, una mujer contemporánea con mucha personalidad; radical y poderosa. Explosiva mentalmente y que pasa de la ironía al cinismo, pero que en ella está justificado. Me divertí mucho adentrándome en su alma y espero que esa alegría en la creación y ese frenesí pase al lector.
P ¿Busca una interpretación en concreto o, por el contrario, busca que el lector obtenga sus propias conclusiones?
R La novela es siempre del lector. Siempre digo que el autor pone el texto y el lector todo lo demás, porque yo doy una estructura visual y verbal pero el que lo interpreta es él. Nunca hay dos interpretaciones iguales de una novela. El lector es creador del texto, esa es la gloria de la literatura. En el cine las imágenes ya te las dan, pero en un libro las creas tú.
P ¿En una ocasión dijo que la novela tiene tres pies: uno en los mitos, otro en la realidad y el tercero en lo extraño. ¿A qué recurre para desarrollar sus historias?
R A esos tres elementos. A los mitos antiguos y modernos. Cuando el lector acaba con la lectura, además de haberlo pasado bien y haber circulado por un flujo de emociones, tienen que suscitarse algunas preguntas.
P ¿Qué situación vive la novela en el panorama literario actual?
R Tiene un papel muy importante como matriz de muchas películas y series televisivas, pero no es el género literario rey ahora. Ese papel lo ocupan las series, que tienen un planteamiento novelístico. Cada capítulo es una novela.
P ¿Qué opina de la censura en el mundo artístico?
R Una aberración absoluta. Los que tendrían que ser perseguidos son los que juzgan de manera disparatada estas conductas. El verbo ha de ser libre hasta las últimas consecuencias. La censura ha existido y existirá, lo que no se puede hacer es judicializar. La libertad de expresión tiene unos límites muy difusos, pero lo que se está haciendo con algunos artistas me parece un disparate.
P ¿Cuál es la fórmula para llegar a la gente a la hora de escribir?
R El principal juez es mi conciencia, la de lector y de narrador, eso está por encima del público. No consigo superar ese problema, si es que lo es. Agradezco tener seguidores que entienden mi evolución, porque si no le gusta a mi conciencia, no va a la imprenta.
P ¿Cuán importante es la imaginación?
R ¿Qué es la imaginación y de qué se nutre? De todo lo que hemos visto y mezclado de otra manera. Tiene un significado que no podemos llegar a descifrar.
P Para el futuro, ¿qué plan tiene?
R Mi mente va a seguir mutando a la velocidad de la luz. Aspiro a que esas mutaciones continúen hasta el último suspiro.
