En Can Picafort, el jueves, hacía mucho viento. En el local donde Pep Suasi tocó más tarde celebraban la vida en un cumpleaños de alguien. Después de su rehabilitación en Projecte Home, el ex de Fora des Sembrat publicó el disco Equilibrista emocional (2018), también para celebrar su nuevo yo, su nuevo proyecto de hombre. Con la gira de este trabajo cerrada, piensa en el futuro, y afirma que lo que vendrá tiene relación con los sueños, un tema que le fascina y que cada vez le interesa más. Quizás sea porque dormir es una de sus grandes aficiones.

P ¿Es usted de hacer siestas o es demasiado activo para ello?

R Soy de siesta a romper, y de dormir en cualquier lado. Con luz, a oscuras, con ruido, sin ruido. Me gusta mucho dormir. De hecho me gusta provocarme el sueño. Empiezo a pensar lo que quiero soñar, y voy cerrando los ojos. De hecho, mi próximo disco habla de los sueños de la gente a la que le he preguntado por los suyos. El sueño me fascina como ciencia. Empiezo a desarrollar ahora este interés. Dormir siempre me ha gustado, pero no por vago, sino porque disfruto.

P ¿Cómo consigue dormirse?

R Un sedante total es la radio, pero no con música. En silencio no puedo. Cuando me voy a dormir por las noches necesito a alguien que me hable, o que hable simplemente. Antes hacía un ejercicio: irme a dormir con la radio puesta e intentar recordar, a la mañana siguiente, qué era lo último que escuché.

P Decía que su próximo disco se ha inspirado en lo que la gente le ha contado qué sueña. ¿Qué sueña la gente?

R Flipadas. Es una pasada. Intento ponerle un orden a lo que me explican. Hay sueños que pueden ser recuerdos de verano y otros que son absolutamente surrealistas, pero les busco un sentido. Me apetece mucho musicar las letras que han salido de ahí.

P ¿Y usted qué sueña?

R Últimamente sueño en azul. El mar. Hoy hace mal día, pero sigue habiendo diferentes azules. El azul es el cielo.

P¿Tiene pesadillas?

R Últimamente pocas. Hace cuatro días estaba soñando algo de lo que necesitaba salir y lo hice. No era uno de sufrir, sino un bucle. Fui a buscar un vaso de agua y ya está.

P ¿Intentar vivir de la música es un sueño o una pesadilla?

R Tengo 24 actuaciones cada mes durante ocho meses, en hoteles, algo que elegí hace unos años. Además, estamos preparando un disco [con Els Electrodomèstics y nuevos integrantes, dice]. En octubre sacaremos el primer tema, lo que significa que mientras estoy trabajando también preparo la música que saldrá en otoño. Con la música no malvives, sobrevives. Al menos aquí, en Mallorca, puedes sobrevivir. Y sí, es un sueño.

P ¿Por qué decidió tocar en hoteles?

R El romanticismo que tengo con el mundo de los hoteles viene de haber escuchado mucha música de los años 70 de la isla, que me llevaba a preguntarme qué debía pasar allí dentro. He descubierto que pasan muchas cosas que no vemos y las que veo son curiosas. Es divertido y entretenido.

P ¿Qué no le deja dormir?

R Las injusticias. Si me voy a dormir con alguna noticia negativa, de algo que le ha pasado a un niño. Me giro, miro el mío, y no sé qué pasaría.

P ¿Tiene muchos miedos?

R Muchos. Y especialmente a la crispación que hay hoy en día. Todo el mundo se está peleando siempre. Un Estado enfadado no es feliz, y nosotros no nos merecemos que nos crispen los enfados de la gente que gobierna. Nadie tiene por qué enfrentarme a alguien solo porque piense diferente a mí. Me da miedo que mi hijo viva en un mundo crispado.

P ¿Al dejar las drogas, y salir de Projecte Home, sintió que había despertado de una pesadilla?

R No, las drogas no son una pesadilla, lo que pasa que no les das importancia. Los que somos adictos sabemos lo que hacemos pero no le damos la importancia que tiene ni sabemos lo que hay detrás. La parte química de la droga es la que es, y es malísima. Tú puedes dejar las drogas, lo jodido es no recaer. Tienes que tener unas herramientas de seguridad, autoestima, de gestión, que no te hagan volver a ellas. Estar un tiempo sin consumir te hace pensar que controlas, pero desde el momento que necesitas algo, eres adicto. No era una pesadilla porque yo sabía lo que hacía. Una vez que te empiezan a educar emocionalmente en Projecte Home te das cuenta de que tienes muchas carencias emocionales.

P Y entonces se convierte en un Equilibrista emocional (2018), como llamó a su disco con el que ha estado de gira hasta hace menos de un mes.

R El equilibrio emocional lo consigo cada día gracias a las herramientas que ahora tengo, a las barreras que me pongo. No es salir de una terapia y que te pongan una nota terapéutica. Luego empieza el trabajo de verdad contigo mismo, sin acompañamiento. El día 1 comienza realmente la parte complicada.

P ¿Prefiere dormir en la montaña o en la playa?

R Soy muy costero. En la playa, sin duda.