En inteligencia emocional son las dos protagonistas de esta comedia juvenil, subdivisión Al salir de clase, variante Supersalidos en feminista y a años luz, a conciencia, de la sensible Ladybird. Las dos empollonas del título (Dever y Feldstein) son uña y carne, con orientaciones sexuales diferentes, sin desflorar. El último día de clase se enorgullecen de no haber cedido a tentaciones lúdicas, haberse concentrado en sus estudios para obtener plaza en dos prestigiosas universidades y ser futuras próceres de la patria. Se caen del guindo cuando se enteran de que varios de sus disipados compañeros también han pasado la selectividad con nota y han sido admitidos en centros igual de elitistas. Las amigas deciden soltarse las melenas, disfrutar en una noche lo que no han hecho en los últimos cuatro años.
La premisa argumental apenas ofrece unos gramos de originalidad, es cierto, pero el tema nunca perderá vigencia. Al final de la adolescencia, encontrar el equilibrio entre estudiar y socializar puede condicionar las décadas venideras tanto o más que un punto de nota media final. También comparte la película un feminismo no excluyente. Las chicas, algunos chicos y esporádicos adultos dudan, tropiezan, se levantan y vuelven a tropezar (o no) por igual. El incipiente lesbianismo también se muestra con mucha naturalidad.
Chirrían algunas exageraciones (el vistoso y acomplejado proto Trump, el adornado taxi, la dudosa confraternización de chicos de clases sociales bastante diferenciadas). Se compensan por el acelerado ritmo, la expresividad de los actores y un gag antológico, el viaje psicodélico con muñecas de Playmobil, que vale por toda la película.
Súper Empollonas
Ocimax
***½
Reino Unido, 102 min. Directora: Olivia Wilde. Actores: Kaitlyn Dever, Beanie Feldstein, Mason Gooding, Billie Lourd.
