Lo más sencillo con una película como esta es rendirle pleitesía incondicional. Quejarse solo de que se ha perdido la magia del primer filme. Taparse los oídos ante más vivas al rey que en un desfile de las Fuerzas Armadas. No parpadear ante la casualidad de que los leones tengan la piel clara y las hienas, dirigidas por una hembra, tengan la piel muy oscura, con sospechosos paralelismos con colectivos humanos desfavorecidos o de otras etnias. No buscar tres pies al felino, aplicar el WSYWYG (acrónimo inglés de 'lo que ves es lo que hay').
Lo que hay es que las películas de Disney han embelesado a sucesivas generaciones de niños con guiones que rezuman un trasfondo muy patriarcal y conservador. Actualizar sus clásicos tiene lógica empresarial porque llevar a un churumbel del presente siglo a la versión original de El libro de la selva o esta es como regalarle un patinete de madera. El rey león original (1994) trajo la leve novedad de suprimir personajes humanos tipo Mowgli y estrenarse en verano, supuesta temporada baja hasta entonces. El mantener el guion casi inalterado, salvo la supresión de un par de temas musicales, y echar el resto en la realización tiene pros y contras. El fotorealismo de la animación digital se disfruta en los paisajes y las texturas de los animales. Sin embargo al mover sus fauces o picos para hablar como humanos se evidencia la forzada humanización de los animales y se pierde emotividad. Y apartando quisquilleces, es positiva la arenga a los jóvenes para que espabilen rápido, no se tornen conformistas demasiado pronto. Más aún los elegidos no democráticamente.
El rey león
**½
Nacionalidad: Estados Unidos, 110 min. Director: Jon Favreau.
Actores: (animación). Cines: Augusta, Rivoli, Ocimax, Artesiete Fan, Cinesa Festival Park, Multicines Manacor.
