La elección de Catalina Solivellas como delegada de Cultura del Govern ha causado sorpresa en el sector cultural de la isla. Su nombre ha provocado extrañeza en algunos, como el empresario musical Miquel Àngel Sancho: "Me esperaba a alguien con cierta solvencia en la gestión". El fundador de Xocolat es consciente del "pedigrí artístico" que atesora la actriz, pero desconoce su "capacidad y experiencia como gestora". "Hay gente que considera que la cultura no es industria, y que tiene que correr a cargo de ONG's, amigos de la cultura y clubes de fans. Espero que Solivellas no sea de esos", espeta el responsable del sello Blau.

En una línea similar se sitúa la coreógrafa y bailarina Mariantònia Oliver. "Es un nombramiento muy sorprendente, fresco, un golpe de efecto arriesgado", considera. "A Catalina se la conoce como activista y profesional de la escena, pero no de la gestión", incide. "Si ella ha aceptado el cargo, es porque debe tener ideas que le apetece llevar a cabo y arriesgarse", continúa. "Solivellas es una mujer enérgica, directa, fuerte, pero con su perfil tendrá que trabajar mucho con los técnicos que controlan la gestión administrativa".

Como muchos otros profesionales, Oliver considera que la delegada de Cultura debería continuar con las líneas iniciadas por la exconsellera Fanny Tur. "Se ha conseguido el Institut d'Indústries Culturals (ICIB), está el Pla de Cultura", enumera. "Asimismo me pregunto, ¿cuál es la política del PSOE con la cultura? ¿Qué movimientos tiene pensados? ¿Van a dar alguna explicación sobre los mismos?", se pregunta. "Nosotros somos los que creamos el tejido", subraya.

La artista visual Laura Marte aplaude que Solivellas sea artista. "Debe conocer perfectamente las carencias y la precariedad que padecen los creadores. Espero que pueda aportar soluciones a este problema", indica. "Sería acertado que llegara a solucionar los problemas que hay en el Institut d'Estudis Baleàrics (IEB) con los retrasos en las convocatorias de subvenciones".

"Cati es muy buena actriz. No la conozco como gestora cultural, pero espero que la hayan cogido porque tiene nociones de gestión", confía el actor, director y dramaturgo Salvador Oliva, al que ya nada le sorprende, "ni para bien ni para mal, sobre todo después de haberse cargado la conselleria de Cultura".

"Es una buena amiga y profesional del ámbito del teatro. Ahora se ha de ver si tiene perfil gestor y si continúa y hace crecer los proyectos que ya se han levantado. Estaremos a la expectativa", comenta el escritor Pau Vadell. "Pienso que es interesante una línea continuista que acabe de dar forma a organismos ya creados como el ICIB o el Consell de la Cultura", prosigue. "Lo que no podría ser de ningún modo es empezar de cero", sentencia.

El escritor Biel Mesquida resalta la faceta "independiente" de la actriz. "Es inteligente, conoce el sector profesional de la cultura y también tiene experiencia gestora: fundó una escuela de teatro y ha tenido muchas relaciones con el mundo de la gestión", sostiene. "Tiene capacidad para escuchar y de crear proyectos que puedan hacer que la proyección exterior de las islas llegue a los Països Catalans, al Estado español, a Europa y al mundo", asegura.

El cineasta Toni Bestard valora de manera positiva el nombramiento de la intérprete. "Es del sector y conoce las necesidades que hay en las islas. Creo que esto lo tendrá en cuenta, así como el apoyo que precisa el sector para levantar proyectos. Le deseo una buena legislatura".

La Associació de Productors d'Audiovisuals insistió en la necesidad de que "no se pierda el trabajo realizado en los últimos años en la extinta conselleria de Cultura y, por eso, pedimos a la nueva responsable del ramo del Govern que haga una apuesta decidida por el desarrollo de las industrias culturales y creativas, que se reestructuren las competencias del IEB y del ICIB y se lleven a cabo políticas claras y acordes con todos los actores, creadores y técnicos que componen el sector".

Por último, el actor Toni Gomila se mostró a la expectativa en la cuestión de la gestión. "La continuidad es imprescindible en proyectos como el ICIB o la Film Commission, deben seguir y estar bien dotados", opina. "Si Catalina no tiene los medios para trabajar, todo quedará en postureo", afirma. "Estaría bien también que el carácter que tiene sobre las tablas lo tenga dentro del despacho. Esto lo digo en el sentido de que ojalá la Administración no acabe engulléndola", concluye.