La mayor competición de rap improvisado de cuantas se celebran en España es la Red Bull Batalla de Gallos y se celebrará en el campo de fútbol del Español el próximo 13 de julio. La expectación es máxima y ya se han vendido 24.000 entradas. Entre los 16 finalistas hay un mallorquín, Javier Vegas, Vegas a secas en el mundo del hip hop. La agilidad mental, su vasto vocabulario, la seguridad y su facilidad para fluir una base son las armas con las que este gallo palmesano de 20 años espera llevarse el preciado botín.

Javier Vegas. Manu Mielniezuk.

Este rapero lleva cuatro años seguidos participando en esta batalla de gallos nacional. En 2017 ocupó la cuarta posición, su mejor clasificación hasta la fecha en el corral, que espera mejorar en esta edición. "Para ganar hace falta tener algo dentro que habrá que sacar y también mucho entrenamiento, hay que pulirse y poco a poco ir mejorando en casa", comenta. ¿Cómo se entrena uno para no quedarse en blanco ante 24.000 espectadores? Adquirir palabras es fundamental para afilar el pico y en YouTube se pueden encontrar ejercicios con bases de rap para ir ganando en improvisación. "Además de la agilidad mental y el vocabulario, hay que tener ritmo para saber llevar la base, adaptarse a una instrumental, saber fluir una base, para que quede bien lo que dices", añade Vegas.

De los finalistas, destaca varios nombres, como el de Force, que ha quedado dos años seguidos como el segundo mejor freestyler nacional. "Somos una familia bien avenida -asegura-. Todos nos llevamos súper bien. Ha habido alguna movida entre algunos pero eran tonterías. Hay quien tiene la imagen del rapero enfadado pero en el fondo todos nos queremos un montón y somos amigos", subraya.

La calle fue la escuela de este rapero residente en La Vileta, un barrio donde no hay mucho movimiento hip-hopero y en el que reina la tranquilidad. "Entré en este mundo con 14 añosMe fui presentando a batallas de calle para ir mejorando. Se hacen en los parques, son menos profesionales y se presenta quien quiere. Mi primera batalla de calle me fue fatal, estaba muy nervioso, no me había expuesto nunca a nadie. Salió muy mal", confiesa. "Uno se forja en los parques y hay que adaptarse luego a los escenarios. La forma de improvisar en un parque es muy diferente, es más libre y en el escenario hay que conectar más con el público, tienes que dar más el show", explica.

Su sello está marcado por el ingenio, a la hora de soltar las rimas, y por meterse con el rival "sin ser muy ofensivo, de un modo divertido". Un estilo que conquista a todo tipo de público, incluido el familiar, porque en la familia de Vegas, si algo abunda, son los músicos: su padre, Luis Vegas, tocaba el bajo en Susie Q, grupo de mediados los 80 que ganó el ConcursPop Rock del 89 -final celebrada en la plaza de toros de Palma-, y que tras su disolución formó parte de otros proyectos como Piper y King Kong; y dos de sus tíos, Javi y Nacho Vegas, incitaron a toda una generación al baile y la reflexión al frente de La Gran Orquesta Republicana. "Yo siempre he ido a mi rollo pero en las comidas familiares siempre me han apoyado y animado", afirma.

El disco puede esperar, porque de momento su cabeza está en las batallas. Sus canciones pegan fuerte y se pueden escuchar en YouTube y Spotify. La que más visitas tiene es Cambio, su respuesta a la represión del 1-O en Cataluña. "Me posicioné por el lado de defender al pueblo, defender la libertad de las personas", señala. Otras con tirón son Mirar atrás y Distancia, "más sentimental, escrita desde el corazón".

Mi canción del verano

Por su “versatilidad” y por “cómo enfoca la música”, Vegas recomienda escuchar cualquiera de las canciones que un colega suyo, el murciano Walls, de solo 18 años, tiene colgadas en YouTube: ‘Por partes’, ‘Mentiras y azar’, ‘Cerca’... En el palmarés de este ‘freestyler’ destacan dos títulos regionales de la batalla de gallos más conocida del panorama nacional, la Red Bull.