Cinco directoras, cinco perspectivas diferentes. Los trabajos de Gemma Blasco, María Antón Cabot, Marta Lallana y Marina Lameiro, algunos de ellos premiados por distintos festivales, forman parte de las propuestas del Atlàntida Film Fest.

Ninguna de ellas cree que pueda hablarse de cine femenino de manera estricta. "Es necesario que las mujeres cuenten historias desde su perspectiva. Cada mirada es diferente, pero no masculina o femenina", sostiene Gemma Blasco, directora de El Zoo, un reality show experimental. "La llamada 'mirada femenina' nos ha llevado a un terreno en el que parece que las mujeres no pueden hacer películas de terror o acción", lamenta la directora. "Estamos viviendo un momento muy bonito en el que hay más mujeres dirigiendo y tenemos más referentes que antes, pero eso no nos debe eclipsar porque todavía queda mucho por hacer", agrega.

Marina Lameiro cree que la cuestión debería ir por otro lado y habría que plantear a los cineastas qué hacen en su trabajo "para facilitar que haya igualdad", apunta la autora de Young & Beautiful, que versa sobre los sueños perdidos de quienes han nacido entre los años 80 y 90.

Marta Lallana, codirectora de Ojos negros (Nanouk Films/Filmin) junto a Ivet Castello, considera que si no se visibiliza la desigualdad, "la gente no se replantea esta cuestión". Su película, la última ganadora del Festival de Málaga, se rodó sin ayudas. "No teníamos nada, éramos directoras noveles. Habría sido imposible si no hubiéramos conseguido productora", desvela.

María Antón Cabot, directora de