Baltasar Porcel fue un grandísimo escritor e intelectual omnímodo que supo compaginar con genialidad las raíces andritxoles con otros horizontes de la literatura universal. El próximo lunes día 1 se cumplen diez años de su fallecimiento, un aniversario en el que se celebran actos para recordar su figura. Uno de ellos, que tuvo lugar ayer en la biblioteca municipal de Andratx Jaume Bover, congregó a especialistas en su obra como Rosa Cabré, Nicolau Dols, Gabriel Ensenyat, Damià Pons, Pere Antoni Pons y Mateu Ramon. Al acto también acudieron la viuda del literato, Maria-Àngels Roque, y las autoridades del consistorio.

"Como escritor joven, me fue muy útil conocerle por varios motivos. Primero, por aquella idea de que cultura y vida están íntimamente relacionadas y mezcladas. Literatura, ideología, política, memoria personal y la gran historia como lección intelectual y vital", explica Pere Antoni Pons.

El autor y periodista destacó también en la mesa redonda la "mirada plural" porceliana sobre el mundo, traducida en "una escritura muy versátil". Redactó artículos, reportajes, novelas, etc., "creó una gran escuela intelectual y creativa profesional", continúa Pons.

Para Porcel, "la literatura o concentraba las máximas ambiciones o no tenía sentido", remacha. "Nació en un pueblo como Andratx, donde las perspectivas de futuro eran mínimas, y consiguió una excelente trayectoria como escritor".

"Captó todas las texturas y sentidos existenciales: está la mítica trágica, presente en los títulos mallorquines, y ese realismo sarcástico y cínico en las novelas barcelonesas", señala.

Por su parte, el profesor de la UIB Nicolau Dols dedicó parte de su turno de palabra a reivindicar la casa museo del escritor. "Ahora que ha habido elecciones y hay un nuevo equipo de gobierno, es un momento propicio para impulsar este proyecto de verdad", comentó. "Ya se sabe qué inmueble albergaría el museo, en concreto donde estaban los juzgados de paz: una casa que está en el mismo barrio donde nació y que está cerca de la biblioteca del pueblo", detalla. Para Dols, este espacio serviría no sólo para impulsar la figura y la obra de Porcel, sino también para promocionar la literatura en general e interpretar el entorno. "Pese a no tener todavía un proyecto arquitectónico, se puede trabajar en muchos aspectos previos", considera, "como por ejemplo crear un fondo documental o establecer una serie de becas de investigación sobre su literatura".

El profesor expuso también algunas vinculaciones de Porcel con otros personajes de la segunda mitad del XX, basándose por ejemplo en la correspondencia entre el andritxol y Llorenç Villalonga (la edición es de Rosa Cabré, ayer presente en el homenaje). "En esas cartas se pueden seguir las relaciones entre Blai Bonet y Porcel, que no siempre fueron buenas", concluye.