Si la montaña no va a Mahoma... Si el público joven no va a la orquestra€ Pues eso. Es necesario que la formación salga a la calle para darse a conocer a un público que apenas sabe de su existencia, pero aplaude a rabiar cuando se la encuentra en medio del paseo del Born, lleno de turistas que tampoco saben que tenemos una gran formación, ni les importa demasiado.
Nuestra Simfònica empezó esos conciertos al aire libre del centro de Palma hace años, en la penúltima legislatura, cuando su continuidad pendía de un hilo. Fue una manera de reivindicar que era necesaria para el respiro cultural de la sociedad.
Ahora, esa motivación reivindicativa ha cambiado por una más popular: que la orquestra sea conocida y reconocida por un público que no suele ir a los conciertos de temporada. Y lo hace con un programa popular, que no ligero, para así seducir mejor al personal.
En esta ocasión, la del pasado jueves, Pablo Mielgo y sus maestros optaron para ofrecer una selección de temas tomados de los grandes musicales de Broadway y del West End londinense.
Muy bien los dos solistas vocales. Lydia Fairen empezó algo titubante en su primera intervención con una obra de Alber Guinovart aunque mejoró a lo largo de la sesión. Soberbio Geronimo Rauch; no se puede decir ni cantar mejor Music of the Night de El Fantasma de la ópera. Electrizante.
La orquesta también muy afinada y comprometida. Sonó bien en los acompañamientos y en las partes instrumentales como la Fantasía sobre temas de Los Miserables. La parte no tan positiva fue la amplificación. Casi siempre se mantuvo en un plano correcto, aunque en algunos momentos el sonido remarcó más las partes que el todo con la percusión sobresaliendo demasiado sobre el resto. No es fácil sonorizar una orquesta sinfónica, por eso es muy importante cuidar la ecualización al máximo.
Orquestra Simfònica de Balears
Passeig del Born de Palma
***½
Lydia Fairen, Geronimo Rauch, solistas vocales. Pablo Mielgo, director. Obres de musicals. 20 de julio.
