Esther Ferrer y Concha Jerez, dos de las artistas plásticas españolas más reputadas y premiadas, coincidieron ayer en Pollença, en el transcurso de un acto en el que descubrieron algunas de las claves de su obra y su discurso.

El encuentro entre ambas fue moderado por Jacques Terrasa y se presentó bajo el título Una convergència dialèctica entre dues pioneres. La cita, a las 20.30 horas, fue en el Club Pollença.

Esther Ferrer (San Sebastián, 1937) creó en la década de los 60, junto al pintor José Antonio Sistiaga, el primer Taller de Libre Expresión. Fundadora del grupo de performance ZAJ, que se inspiró en la obra del artista estadounidense John Cage, recibió en 2014 el Premio Velázquez de Artes Plásticas que otorga el Ministerio de Cultura. Tres años después, en 2017, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía le dedicó la exposición Esther Ferrer. Todas las variaciones son válidas, incluida esta, un recorrido por su actividad artística. Su producción incluye objetos, fotografías y sistemas basados en series de números primos.

Concha Jerez, por su parte, es una pionera del arte conceptual que ha hecho del análisis crítico de los medios de comunicación el eje de su trabajo. Premio Nacional de Artes Plásticas en 2015 por "su dimensión pionera en el uso de las tecnologías y por ser representativa de una generación de artistas que ha marcado el tránsito de la era analógica a la cultura digital", realizó su primera exposición en 1973.