Guillem Nadal (Sant Llorenç des Cardassar, 1957) comenzó a colaborar con la galería Pelaires en 1996, cuando coincidió con Frederic Pinya en Arco: "Yo en aquel momento estaba con una galería alemana y hacía mucho tiempo que no trabajaba con galerías mallorquinas". A partir de ese encuentro, artista y galería han trabajado en numerosos proyectos, algunos de ellos en colaboración con otras salas de otras ciudades.

"Cuando hace mucho tiempo que trabajas con alguien creas un vínculo de amistad y eso es más importante que el condicionante de la relación galería-artista", dice Guillem Nadal al tiempo que recuerda que el galerista asume un riesgo y se pone al lado del artista cuando decide ir adelante con un proyecto: "Vamos a hacer esto juntos y si nos la pegamos, nos la pegamos juntos".

En este sentido, considera que ha cambiado muchísimo la relación entre artista y galeristas: "Antes formaban parte de la vida de los artistas, pero hoy en día todo es muy banal: ya no existe esa fidelidad al artista".

También ha cambiado el arte mismo y los artistas que "son muy diversos. Hoy funciona uno y mañana otro, y en esto influyen los medios y las empresas".

Pelaires, un referente

Para Guillem Nadal, no hay duda de que la Pelaires es un referente: "Cuando abrieron tuvieron mucho coraje, fue un acto casi heroico y conozco muy pocas galerías en el mundo que se hayan mantenido 50 años." El artista llorencí subraya que la exposición conmemorativa que ahora se exhibe en Pelaires es más un proyecto museístico que no de una galería. Nadal también destaca la apuesta de la sala por artistas internacionales, ya que considera importante tener esa capacidad para mirar afuera.

"Creo que Pelaires es la galería más antigua de Arco. En Mallorca hay una actividad artística brutal, las galerías de aquí están al nivel de ciudades como Barcelona". Considera que esto es importante para los artistas ya que tienen espacios para mostrar su obra.