Elisa Victoria relata en Vozdevieja (Blackie Books) los temores y deseos de la pequeña Marina, quien reside en un barrio popular en la boyante Sevilla de la Expo'92. No es una niña cualquiera: habla de asuntos que no se consideran apropiados para su edad. La enfermedad, la escatología o la periferia física y sentimental son temas abordados en esta aplaudida novela.

P ¿Cómo ha construido a la pequeña Marina: nueve años y una capacidad de análisis extraordinaria?

R El personaje lo afronté pensando que aunque a esa edad los niños normalmente no expresen ideas y sentimientos tan complejos sí que tienen un flujo interior sentimental, emocional e institivo con muchas capas, algunas de ellas muy filosóficas y oscuras, y que abarcan temas complicados. Temas que les resulta difícil sacar o por pudor o porque les faltan herramientas lingüísticas. Lo que tengo claro es que en general los niños son capaces de tener pensamientos muy complicados sobre el mundo. Y lo que yo he intentado ha sido transcribir a un lenguaje más elaborado esa realidad que creo que sí les concierne. Después quería ver si la gente se reconocía en ello, en este ejercicio que propongo. Y resulta que sí.

P ¿De pequeña le llamaron alguna vez 'Vozdevieja'?

R De pequeña, a veces me decían que era repipi o pedante. Parece a veces como ridículo que los niños aborden temas o empleen expresiones elaboradas. A los niños les da bastante rabia que les censuren eso porque no pueden evitarlo. ¿Qué pasa? ¿Sólo podemos hablarles como si fueran marionetas o haciendo chistes o gracietas? Los niños también tienen que abordar el entendimiento de este mundo, que es un lío que te mueres.

P ¿Falta hacer pedagogía con los mayores?

R Sí. Todo esto nos desborda un poco. Es muy difícil enfocar temas tan abismales que a veces ellos proponen y como que se te escapan. Da miedo y da pena también decirle a esa persona que ha llegado hace poco a este mundo que esa respuesta no se la puedes dar. Resulta frustrante afrontar asuntos tan complicados con los niños y es más fácil y divertido recrearse en el juego y en lo bonito, pero a ellos les interesa también el lado oscuro. Para la construcción del personaje de Marina he hablado con muchos niños y con muchas personas mayores sobre su infancia. La mayoría reconoce que en el tratamiento de esos temas oscuros ha estado muy solo.

P Los padres no suelen querer escuchar demasiado según qué cuestiones.

R Hay excepciones, depende mucho de cada familia. Pero en general, a la gente mayor le aterra un poco este asunto y tampoco aceptan muy bien la imagen de un niño hablando de temas complicados porque crea como un rechazo. Un niño hablando de sexo, por ejemplo, crea cierta repugnancia o rechazo. Pero si el niño ya ha empezado a averiguar cosas sobre la cuestión, no se le puede decir eso. El tema ya es suyo.

P Este libro tiene algo de Las niñas prodigio

R Sí, hay algunas niñas de este tipo sobre todo en el mundillo underground. Y si hay pocos personajes masculinos infantiles, femeninos aún hay menos. Es cierto lo que dices de Sabina. Compartimos algunos referentes como la dibujante de cómic Phoebe Gloeckner. Y sí tratamos temas parecidos y somos amigas además. Estamos acostumbradas a mirar el mundo de una forma emparentada.

P Esto no le sucede a la protagonista, pero hay una tendencia a la sobreprotección infantil.

R Sí. Hace ilusión desde el punto de vista adulto que los niños sean infantiles en el sentido inocente y mágico, cuanto más tiempo mejor, porque es bonito. Pero eso está reduciendo al niño a una especie de fantasía totalmente irreal. Los adultos intentan evitar cualquier tema que pueda corromper la inocencia de los niños. Los padres han de entender que no tienen control total sobre todo, porque luego el colegio es un sitio bastante salvaje. Un recreo es un sitio en el que se hablan temas muy oscuros, donde se ven escenas muy extrañas y a veces violentas también. En su propia esfera de realidad, los niños tienen contacto ya con todo ese lado oscuro de la vida.

P ¿Es feminista este libro?

R Supongo que sí, pero no es una intención política la que tiene el libro. Refleja una realidad que es tal como es. Hay reflexiones que se pueden considerar feministas o implícitamente feministas.

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