Joan Miquel Oliver ofrece este sábado en el Teatre Principal un concierto rodeado de sus Friends. Media docena de amigos músicos que de un modo u otro han marcado su trayectoria. Desde David Rodríguez a Albert Pla, pasando por Joana Gomila, Toni Pastor, Leonmanso y Miquel Serra. No faltarán los dos instrumentistas que suelen acompañarle últimamente, Xarli Oliver a la batería y Jaume Manresa a los teclados.

-¿Resultó difícil realizar una selección, solo de seis amigos?

-Sí. Cuando empecé a pensar me salieron muchísimos. Podía hacer una lista de famosos como también otra de aquellos que me hayan influído, o de jóvenes que comienzan, o una mezcla de todo. Y al final básicamente me decidí por artistas de aquí que sean realmente especiales por algún motivo y que no sean tan conocidos como yo creo que tendrían que ser. David Rodríguez, que es del Llobregat, lo escogí porque es uno de los grandes genios del pop independiente a nivel de todo el Estado y como aquí se le conoce muy poco, me apetecía presentarlo al público mallorquín. Y Albert Pla, que no cumple el requisito de ser desconocido, lo invité de modo informal durante una cena en Palma.

-¿La de músico es una profesión en la que resulta fácil entablar amistades?

-Sí. Para empezar, tienes mucho donde escoger, en cada concierto puedes conocer un mínimo de diez personas. Si llevo un minimo de mil conciertos hasta ahora, pues te salen diez mil, unas cifras escandalosas. Después está la adrenalina, las emociones, el miedo a salir a escena, y eso nos une mucho, y hacen que se creen pequeñas familias. La admiración también es un catalizador de la amistad muy potente. Cuando admiras a alguien quieres ser su amigo, puede ser sean amistades poco trabajadas por culpa de la distancia pero la carga emocional de nuestra profesión hace que sean fuertes.

-Presente a cada uno de sus amigos elegidos para el concierto del sábado. Empezemos por David Rodríguez.

-El mismo año del Alegria de Antònia Font David publicó La Bohéme, un cedé con su grupo Beef. Vi el clip de Platinum, el single, y me impresionó. Tras escuchar su disco entero entendí que la música pop no es un estilo, es una manera de trabajar, y que después puede sonar de muchas maneras diferentes. Es un genio, con cualquier pequeño recurso llega más lejos que nadie. Empecé a componer Taxi (Antònia Font) porque David me abrió los ojos, y me hizo entender que la música pop no tiene ninguna limitación de estilo o sonoridad. El cambio entre Alegria y Taxi es gracias a su influencia. Beef era un grupo de noise, en directo, demoledor, como si pasara un avión entre el sofá y la televisión cuando miras una serie".

-Joana Gomila.

-"La había escuchado en directo con su proyecto Folk Souvenir. Me dejó impresionado el nivel musical de toda la banda, su voz trabajada y segura pero fresca, la facilidad sobre el escenario, el abanico de recursos. Después la llamé para grabar unos coros en mi Elektra. Hizo cinco temas sin ensayar, improvisando en el estudio, todo en dos o tres horas relajadamente, yo no le hice ninguna indicación, ella ya sabía lo que tenía que hacer, no le dije nada. Ella es todo pura música, un fenómeno de la naturaleza".

-Leonmanso.

-"Lo vi en directo en Ciutadella, de donde es él, un concierto de tarde, con público familiar. Como artista es una flecha, apunta recto y no falla, lo tiene clarísimo, tanto le es escribir una canción de un viaje en tren como escribir sobre cómo son las caras de las personas. Aparte de esto creo que tiene una visión de la vida más positiva imposible, todo trata de sentirse bien, de hacer lo posible para ser feliz, es alguien muy preocupado por el bienestar de la gente que quiere, y parece que quiera amar a todos".

-Miquel Serra.

-"Para mí es como un personaje mitológico. Nos hemos encontrado a menudo y hemos tenido largas conversaciones antes de que yo lo identificara con su música, es decir, ya lo había escuchado y me gustaba, pero no sabía que era aquel mismo que hacía años me había entrevistado para la revista de Manacor y con quien después me ha tocado sentarme a su lado en el avión. Fue eso de 'ostres, en Miquel Serra dels discos ets tu!!'. Una cosa que le hace muy especial es que es ingeniero agrónomo y rechaza ser músico profesional por el tema de los viajes, carretera, salir de Mallorca€ Eso hace que su música tenga una pureza imposible de encontrar en un músico profesional. El mito del mallorquín con una guitarra cantando delante del mar se materializa en su figura, es auténtico a más no poder. Hay que imaginárselo solo en Cala Morlanda, donde vive por temporadas. Otro artista que mira al frente y tira recto por su camino".

-Albert Pla

-"Hicimos un disco juntos, un directo en París que yo no sabía que era falso hasta que comenzamos a grabar. Me embaucó a mí el primero de todos, me dijo, tampoco hace falta ir a París, lo hacemos en Mallorca y vamos sobrados. Albert es muy inteligente, una de las personas más lúcidas que jamás he encontrado. Tiene una capacidad por simplificar la realidad que no le conozco a nadie más, tiene clarividencia, entiende las cosas sin que se las tengan que explicar, en un segundo te hace el resumen de todo, es muy bueno. I su música, igual, de una cabeza como la suya puede salir cualquier cosa. En el escenario es un actor de primer nivel, no representa el personaje, él es el personaje. No sé cómo lo hace, vive como en un globo. Después es súper atento, empático y tierno. Es una bomba, como Albert no hay dos".

-Toni Pastor

-"Su grupo Música Nostra ensayaba cada lunes en una casa con un balcón justo delante del balcón de casa de mis padres cuando yo era un niño. Más adelante yo ya tocaba y sentía una admiración infinita sobre todo hacia él. A veces iba, intentaba estar un rato con ellos pero eran muy pasotas, y yo tenía 16 ó 17 años. En Toni era el más joven, debía tener unos veintipocos pero era una bestia con el llaüt. Cuando iban al bar a tomar un café yo bajaba y lo acribillaba a preguntas, era mi ídolo. Después grabé un disco con La Fosca y él era el técnico, me llegaron algunos comentarios suyos, que yo tocaba bien y así le cogí confianza. Con el tiempo nos hemos hecho amigos, de un modo u otro hemos hecho más de diez discos juntos. Para mí fue muy importante que me acompañara al llaüt en la gira de Bombón Mallorquín, era mi ídolo y tocábamos juntos, qué más se puede pedir. No podía faltar en un día como el concierto del sábado".

-¿Qué tiene preparado para la segunda mitad del 2019?

-Estoy trabajando con el pintor Albert Pinya con un proyecto de música instrumental contemporánea electrónica que irá con una película suya de dibujos animados. Además he comenzado a escribir una segunda entrega de Alexandra Schneider, el personaje de la novela que publiqué el verano pasado.