Apenas cuatro años antes de morir, Lope de Vega veía que "su estrella se iba apagando" mientras despuntaban sus discípulos, como Tirso de Molina y Calderón de la Barca. En ese contexto, para reivindicarse como un autor capaz de hacer reír pero también de impactar, Lope concibió El castigo sin venganza, con la que dio "una gran lección sobre cómo hacer una grandísima tragedia".

"Es una reflexión sobre el poder, el deber y el amor y de cómo desde el poder se puede interpretar la justicia de una manera". Así lo explicaba ayer Joaquín Notario, el actor que encarna hoy al protagonista de esta pieza que la Compañía Nacional de Teatro Clásico estrena hoy en el Teatro Principal y que se basa en una historia real: la del duque Nicolás III de Ferrara, que mandó ejecutar a su hijo bastardo, al que quería con devoción, por haberse enamorado de su nueva mujer.

Notario reconocía ayer que abordar este personaje le ha supuesto "ponerse muy al filo", una situación a la que también llevan al público, al que logran dejar impactado según han visto en las muchas funciones que llevan detrás: "Provoca contradicciones en el espectador, que hasta el último momento no sabe si va a ganar el amor o el deber".

Rafa Castejón interpreta a Federico, el hijo del duque de Ferrara y un personaje melancólico, "muy ahamletado" y que también tiene su debate interno por la pasión que siente por la nueva mujer de su padre. La obra, señaló ayer, "apunta la necesidad de la compasión y la empatía".

La Compañía Nacional de Teatro Clásico, bajo la dirección de Helena Pimenta, repite función mañana también a las 20 horas en el Principal, penúltima parada de su gira con esta obra antes de pasar por el Festival de Almagro. Antes de llegar a los espectadores mallorquines, ya ha sido vista y aplaudida por más de 30.000 espectadores , ha logrado ocupar las primeras posiciones en los 'ránkings' de la crítica y se va a reponer la próxima temporada.

Carlos Forteza, director del Teatro Principal, defendió los "valores impecables del teatro clásico" y agradeció esta nueva visita de la Compañía dos años después de su última visita, cuando representaron El perro del hortelano. De la comedia a la tragedia, de los líos sentimentales a las consecuencias del poder: Forteza bromeó sobre la oportunidad de que El castigo sin venganza llegue en fin de semana de cita con las urnas: "Es una propuesta adecuada para encarar la jornada de reflexión".