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Crítica de cine

Casi creíble

En el cine político, ya sea drama/thriller ( El reino) o comedia, mantenerse equidistante de los dos polos políticos es una quimera. O se tira uno al monte, como Michael Moore o Paolo Sorrentino, o se bailotea en tierra de nadie, nadar y guardar la ropa, como en esta película. Chambers/Odenkirk (el picapleitos de Better call Saul) es un Trump descafeinado. Field/Theron, una mezcla de Condolezza Rice, Hillary Clinton y Hope Hicks que impulsa un Green new deal calcado de Alexandria Ocasio-Cortez y flirtea con el canadiense Steward (Skarsgard jr) calcado de Trudeau. El renuncio a atacar a un partido o ideología concreta se camufla con el trillado eterno dilema de los políticos, pelear por unos principios, unas ideas, o diluirlas cediendo ante rivales externos e internos. Añádase un maquiavélico magnate mediático (calcado de Rupert Murdoch) y nada nuevo, tampoco, por aquí. Esa trama política es en realidad secundaria de la amorosa. Comedia romántica de opuestos, con mujer muy guapa (Theron) y amigo (Rogen), muy divertido, muy inteligente y muy friki. En la vida real sería un pagafantas más, como mucho alcanzando la portería en una noche muy pasada de alcohol o estimulantes ilegales. En la película se empeñan en que esa mujer, apabullantemente bella, triunfadora y expuesta al escrutinio mediático, beba los vientos por él y se empeñe en consolidar su amor.

Hasta aquí he sido poco benevolente. Pues bien, ese mismo guión en sus puntadas finas, sus gags de diálogo, más la correcta realización y los actores (soberbio Rogen, inmaculada Theron), logran hacer (casi) creíble la falsa trama política y la improbable pareja.

Casi imposible

***½

Nacionalidad: Estados Unidos, 125 min.

Director: Jonathan Levine

Actores: Seth Rogen, Charlize Theron, Bob Odenkirk, O'Shea Jackson jr.

Cines: Ocimax, Artesiete Fan, Cinesa Festival Park, Multicines Manacor.

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